La Gimnástica Segoviana ha cambiado la tendencia, y lo que hace dos semanas apuntaba a catástrofe tras la derrota en casa frente al Talavera en los últimos minutos del partido, se ha convertido quince días más tarde en una reacción a tiempo, sumando sendas victorias en los estadios de dos de los conjuntos llamados a las primeras posiciones de la tabla como son el Cacereño y el Badajoz.
Cuando uno se pierde, y consigue reencontrar el camino, se esmera mucho en no volver a equivocarse, y la Segoviana ha vuelto a encontrar su camino, comenzando por el del juego y acabando por el de los goles, que es el que al final te acaba dando los puntos. Y en el Nuevo Vivero de Badajoz, frente a un oponente que sumaba cuatro partidos sin perder, el conjunto azulgrana firmó un encuentro de lo más solvente, aguantando las acometidas del equipo local en los primeros cuarenta y cinco minutos para dar un paso adelante tras el descanso, y encontrar a Dani Segovia como goleador.
El delantero madrileño, que lo ha pasado mal por su lesión, pero que siempre ha contado con la confianza del cuerpo técnico, volvió a demostrar que cuando está en forma es un jugador diferencial dentro del área, que es donde se deciden los encuentros. A pesar de los pitos que recibió de la que fue su afición hace tiempo, siempre estuvo metido en el partido, tuvo una ocasión, y la metió dentro.
Por primera vez en mucho tiempo, Ramsés repitió el mismo once titular que siete días antes había conquistado el Príncipe Felipe de Cáceres. El objetivo, asaltar el otro gran estadio extremeño, un Nuevo Vivero que registró una gran entrada para llevar en volandas a los suyos hacia los primeros puestos de la tabla.
EL COMIENZO ESPERADO
Con Astray volcado hacia la derecha para generar superioridad en la zona ancha y permitir las incorporaciones por la banda de Silva, comenzó algo dubitativo el equipo gimnástico, incapaz de mantener el balón en sus pies e hilar tres pases seguidos. Esto facilitó el lógico primer arreón de un Badajoz que cuenta con una de las mejores plantillas de la categoría. Suya fue la primera ocasión en el minuto 8, un cabezazo a bocajarro que se le marchó fuera a Toni Jou tras un buen centro lateral.
Tras ese primer susto, el partido se trabó, lo que favoreció el plan de los azulgranas. Faltas, protestas y una inoportuna lesión de Abel en un balón dividido en el que se jugó el tipo ante Carrasco. Pidió el cambio de inmediato y, al terminar la primera parte, se dirigió al colegiado para recriminarle que el jugador pacense había ido con los tacos demasiado arriba. No había más centrales en el banquillo, así que Ramsés optó por situar a De la Mata en el perfil zurdo de la zaga, desplazando a Javi Marcos hacia el diestro.
Ramsés: “Una buena toma de decisión nos ha hecho ganar. La igualdad ha sido máxima, pero ahora estamos decidiendo mejor y tenemos más confianza”
Paradójicamente, esta infortunada acción dio paso a un cambio de guion, pues la Segoviana se hizo con el control del juego durante el segundo tramo del primer tiempo. Escondió el balón a su rival y comenzó a triangular con criterio, acercándose cada vez más al área de Narváez. El Badajoz ya no volvió a intimidar a Carmona salvo en un par de disparos lejanos de Carrasco y Fran Grima.
Javi Borrego y Fer Llorente, con sendos remates que acabaron en saque de esquina tras ser desviados por los defensores blanquinegros, pudieron adelantar a los visitantes, aunque el 0-0 al descanso reflejaba perfectamente lo que había sucedido durante los primeros cuarenta y cinco minutos.
FER LLORENTE COGE GALONES
La Sego había olido el miedo de su adversario y regresó del vestuario con una marcha más. Varios fueron los jugadores que destacaron (Juan Silva, Javi Marcos y Rubén en defensa; Manu en la recuperación del balón; o Dani Segovia peleándose a brazo partido con los centrales pacenses), pero fue Fer Llorente el que se echó al equipo a la espalda en la faceta creativa.
El mediocentro sacó la varita mágica en dos o tres acciones de verdadero ‘crack’ y se hizo dueño y señor de la zona ancha. En el 52, puso un balón medido que solo estropeó el mal control de Javi Borrego, de los menos inspirados ayer. Se le fue largo y permitió que Narváez tapase todos los ángulos de remate; Hugo Díaz tampoco estuvo fino tras el rechace y se perdió la que había sido mejor oportunidad hasta ese momento.
Fueron algo más de veinte minutos en los que el once azulgrana se gustó y fue netamente superior a un Badajoz temeroso que optó por aguantar el chaparrón y dejó de buscar el gol. Pero llegaron los cambios y le sentaron mejor a los de Alonso que a los de Ramsés. Los locales apretaron al final, aunque sin generar peligro real sobre la portería de un Carmona que vivió un partido relativamente apacible. Y, cuando parecía que unos y otros se iban a conformar con el reparto de puntos, la defensa midió mal un balón en largo sobre la carrera de Dani Segovia, que se plantó solo ante Narváez y lo fusiló con la zurda para firmar su tercer gol de la temporada y el triunfo de la Segoviana, que sufrió en los últimos compases del partido, sobre todo tras la expulsión de Silva.
