En la Iglesia, el más importante es el que más sirve”. Bajo esta evangélica premisa Angel García Rivilla afronta desde el pasado mes de junio su quinto periodo como deán del Cabildo Catedral, al que ha dedicado gran parte de su vida desde que el 14 de septiembre de 1988 tomó posesión como canónigo
El objetivo que García Rivilla se ha marcado durante este nuevo tiempo al frente de la Catedral es sencillo en el planteamiento pero difícil en la ejecución, y no es otro que el garantizar el desarrollo de la litúrgia “con la solemnidad que requiere el primer templo de la diócesis” en consonancia con la conservación, cuidado y mantenimiento del ingente patrimonio artísitico que atesora.
El desarrollo de ambos aspectos centra la mayor parte del trabajo de García Rivilla, que lamenta que la Catedral sea “una gran desconocida” no sólo por quienes visitan Segovia, sino poor los propios segovianos.
“Es una pena que muchas personas se queden en la epidermis de la Catedral como monumento o museo, cuando su laor va mucho más allá, y está íntimamente relacionada con la evangelización”, explicó el deán. En este sentido, recordó que el arte que conserva y exhibe la seo segoviana “tiene una función evangelizadora, como han demostrado eventos como Las Edades del Hombre, oreientada a descubrir los misterios de la fe”.
Duramte estos casi 25 años vinculado a la Catedral, García Rivilla valora de forma especial los trabajos de restauración que se han venido realizando y que han permitido “cambiar la cara” de un singular edificio religioso y de muchos de sus elementos artísticos. En este sentido, García Rivilla destaca como uno de los más ambiciosos el proyecto de restauración de las vidrieras a cargo del segoviano Muñoz de Pablos o la próxima restauración de la nave central; tan necesaria para la consolidación del templo.
Para ello, ha sido necesaria la colaboración de las administraciones públicas tanto nacional como autonómica, a quienes García Rivilla expresa “el más profundo agradecimiento por todos sus desvelos y sensibilidad hacia el monumento”, pero recuerda que el Cabildo es quien se hace cargo del día a día del mantenimiento y de la gestión de un edificio que mantiene una decena de puestos de trabajo directamente vinculados,
En este sentido, señala que todos estos proyectos “serían inviables si no obtuvieramos los ingresos que tenemos por la entrada al monumento, que no se hace con el fin de ganar dinero o hacer negocio, sino con el de garantizar la conservación de este edificio para las futuras generaciones”.
