El Sevilla y el Real Madrid protagonizan esta noche (22,00 horas) un nuevo duelo de altura en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, estadio donde suelen saltar chispas cuando ambos equipos se enfrentan, que mide la reacción en Liga del equipo de ‘Mou’, tras el varapalo del clásico, con el objetivo de volver a ser líder en solitario.
La euforia madridista la rebajó una vez más el Barcelona. Cortó la racha de récord de 15 victorias consecutivas y encendió la lucha en el mano a mano por la campeonato doméstico.
Ahora llega el Pizjuán, un estadio donde los madridistas, en sus 68 visitas en Liga, han ganado 21 partidos, empatado 16 y perdido 31, pero, sin duda, no fue el caso del último antecedente, pues la temporada pasada ganaron por un rotundo 2-6.
Aquel día Cristiano Ronaldo marcó cuatro goles, el futbolista señalado tras el clásico que sueña con repetir la gesta. Una ansiedad tras la derrota en el Bernabéu que comenzó a esfumarse con un tanto en Copa ante la Ponferradina.
Públicamente, la crítica se centró en Cristiano. De puertas hacia dentro, en el club, fue en Özil. El alemán no está al nivel esperado por Mourinho y puede dejar su puesto en el equipo titular al brasileño Kaká.
Ninguno de los dos será titular si Arbeloa se recupera finalmente. Su ausencia marcó el clásico, cuando ‘Mou’ puso a Coentrao en el lateral derecho. Su regreso permitiría al luso apostar por un trivote con ‘Lass’, Khedira y Xabi.
Está para jugar el argentino Di María, que durante la semana tuvo que viajar de urgencia a su país por el fallecimiento de un familiar. Y la lucha por el ‘9’ es Karim Benzema, el favorito, tras jugar Gonzalo Higuaín en Ponferrada. El Madrid tiene el objetivo marcado en su mano. Si puntúa, acabará el 2011 como líder.
Enfrente, un Sevilla irregular. Quinto en la tabla y que acabará el 2011 fuera de los puestos de la Liga de Campeones -cinco puntos lo separan del Levante, cuarto-.
Los hispalenses no acaban de hallar su sello al mostrarse muy dubitativos, sobre todo en casa, donde empataron con el Racing y perdieron frente al Granada y el Athletic, pero están motivados para que hoy sea otra historia, en un choque que se presume que será de una intensidad máxima.
Con su sistema 4-1-4-1, habitual desde hace tres jornadas en vez del anterior con dos puntas, el conjunto de Marcelino intentará estar muy concentrado desde el minuto uno, en un partido que se prevé de alto voltaje y que le exigirá estar a su mejor nivel.
Con las únicas bajas por lesión del extremo argentino Perotti y del meta Palop, los sevillistas tienen a su disposición a casi toda su plantilla para luchar por cerrar el año con un triunfo que le refuerce la moral y le de continuidad a la vitola de campo ‘maldito’ que el Pizjuán tiene para el Madrid.
Por otro lado, Mourinho, destacó ayer la importancia de llegar a las vacaciones navideñas con el liderato liguero, para lo que deberán ganar en Sevilla.
«Es un campo difícil y uno de los rivales más complicados de la Liga. Obviamente, jugando fuera el partido ofrece más adversidad. Les hemos estudiado, sabemos sus puntos fuertes y estamos preparados», afirmó el luso.
