El acusado de asesinar a puñaladas a su expareja en Mansilla de las Mulas (León) el 19 de julio de 2021 ha reiterado este lunes que no recuerda si la mató y ha avanzado que tratará de reparar el daño causado, el menos en el aspecto económico.
Así lo ha manifestado en su turno de última palabra durante el juicio que se ha seguido contra él en la Audiencia de León desde el pasado 16 de octubre y que ha quedado visto para sentencia con la presentación de las conclusiones definitivas de las partes.
La Fiscalía ha mantenido para el acusado una petición de pena de casi 29 años de prisión por los delitos de asesinato alevoso, allanamiento de morada, daños y maltrato en el ámbito de la violencia de género.
El ministerio público ha sostenido que ha quedado suficientemente acreditada la culpabilidad del acusado y ha pedido al jurado popular que aplique el sentido común a la hora de emitir su veredicto.
Por su parte, la defensa ha lamentado que se haya culpado al acusado sin pruebas y ha incidido en que no se investigó lo suficiente a tenor de que fueron halladas fibras textiles en las uñas de la víctima de una tercera persona que no se ha identificado.
El día del crimen el acusado reconoció el asesinato ante los vecinos y, posteriormente, en el momento de la detención, admitió haber matado a la víctima, a lo que en el juicio respondió durante su declaración inicial no recordar lo que dijo en el momento de los hechos.
Lo único que manifestó recordar fue que consumió cocaína, que viajó de León a Mansilla de las Mulas, que rompió el cristal del portal y que estuvo discutiendo con la víctima “un poco”, aunque aseguró que no recordaba “a qué fue al apartamento” de la joven.
También afirmó que nunca fueron pareja y que solo mantenía una relación de amistad con ella y su grupo, lo que la Fiscalía niega y atribuye a que lo hace para que no se le aplique el agravante de parentesco.
Todo ello a pesar de que en su segunda declaración, en el momento de la detención, afirmó que la víctima era su novia, según recordó la fiscal, que leyó mensajes de WhatsApp que habían intercambiado.
Según las calificaciones de la fiscal y la acusación particular, el acusado ya había roto a patadas la puerta del portal de la víctima con anterioridad al día de su muerte y provocado desperfectos en su piso, algo que él negó a pesar de que corrió con los gastos de la reparación.
También negó haberla agredido en anteriores ocasiones a pesar de haber reconocido en declaraciones judiciales previas que le había propinado un cabezazo y varios golpes contra el volante en una ocasión.
