Empieza el partido con mucho en juego, en marcha la cuarta jornada de la nacional femenina, primer partido oficial como locales. Cantera, aficionados y familias en grada. Las chicas del Cochinillo de Segovia saltan a cancha concentradas y siendo conscientes de que puede ser una tarde histórica para el proyecto deportivo de Spordeporte.
Quizá suene exagerado pero la victoria que consiguieron ayer sienta pilares básicos entre los niños y niñas que presenciaron el partido. Su ejemplo provoca orgullo de pertenencia, valores ejemplares tras un año de trabajo, resiliencia, no bajar los brazos ni la ilusión. Sumar una victoria que dota de confianza al equipo, esa que resulta decisiva en los minutos importantes de otros partidos que vendrán. Porque no podemos olvidar que este equipo viene de una temporada sin sumar victorias pero con la ilusión y el compromiso intactos. Y es que a veces es más importante creer en el proyecto y trabajar para él que enfocarse sólo en resultados deportivos sin una apuesta decidida de futuro.
En el día después, toca seguir trabajando, partido a partido, pero si han sido capaces de fidelizar patrocinio, hacer crecer su cantera y su masa social sin resultados deportivos, la victoria de ayer multiplica la ilusión por un proyecto que se asienta y que en un plazo no demasiado largo nos regalará la oportunidad de disfrutar de nuevo de buen baloncesto femenino en el Emperador Teodosio, testigo directo del paso de equipos referentes y de grandísimas jugadoras segovianas, nacionales e internacionales.
A una semana de que empiecen las ligas provinciales de baloncesto que van a poner en juego a más de mil jugadores y jugadoras el objetivo es muy claro, proporcionar un escenario deportivo en el que motivar, competir y disfrutar.
