El ministro de Industria, Miguel Sebastián, asegura que las inversiones para la implantación del coche eléctrico, tanto en los productores principales, como para toda la industria auxiliar tendrán una valoración importante en las convocatorias de ayudas de este año: tanto en subvenciones directas, para las que hay presupuestadas 250 millones como en la línea de avales de 1.000 millones del Gobierno.
Tras el acuerdo de Renault ¿se puede decir que el sector del automóvil en España, en sus actuales niveles de producción, tiene el futuro asegurado? Una vez superada la crisis ¿la automoción podrá mantener el peso actual en la industria española?
Vivimos un momento económico de gran incertidumbre. En lo que al automóvil se refiere, la actual crisis contiene tanto elementos cíclicos como estructurales y la salida a la misma debe basarse en estrategias que combinen medidas coyunturales con un posicionamiento hacia un cambio en tecnologías y productos. Esto es lo que el Gobierno está haciendo con los planes de apoyo a la oferta y la demanda y de iniciativas para desarrollar productos tecnológicamente avanzados, como el vehículo eléctrico. Es muy difícil prever cómo se comportará la demanda de coches en unos años y hacer proyecciones de producción, pero si se trabaja en las líneas adecuadas y en los segmentos más innovadores el sector de la automoción en España continuará teniendo un peso importante.
Se hace incidencia en la necesidad de mejorar y modernizar la logística como elemento de competitividad ¿alguna iniciativa en este sentido?
La logística es un elemento relevante para la competitividad y en algunos casos los costes logísticos pueden superar a los laborales. El Plan Integral de la Automoción (PIA) aprobado en febrero de 2009 incluye una serie de medidas por parte del Ministerio de Fomento para mejorar la logística del sector de la automoción que implican una inversión estimada de 950 millones. Entre ellas están el plan de potenciación del transporte por ferrocarril de mercancías y el sectorial de transporte de mercancías por carretera, que en ambos casos inciden en la mejora de los costes del transporte por estos medios. En cuanto al transporte marítimo, con el objetivo de contribuir a optimizar la logística asociada al sector de automoción, el PIA recoge la puesta en marcha y explotación de dos autopistas del mar entre España y Francia: la ‘Atlántica’ (Vigo y Algeciras-Nantes/St. Nazarie y Le Havre) y el ‘Círculo de Optimodalidad’ (Gijón- Nantes/St. Nazarie).
¿Cuáles serían las líneas del plan integral para el despliegue del vehículo eléctrico?
La implantación del vehículo eléctrico exige armonizar medidas y planes de sectores muy diversos y nuestra intención es articular un plan que tenga en cuenta esta realidad. Para ello convocamos al sector privado a una cumbre sobre el vehículo eléctrico en la que se firmó un memorando de entendimiento entre todos los sectores que como primer paso estipula la creación de un grupo de trabajo intersectorial a partir de cuyo trabajo elaboraremos el plan integral. No partimos de cero ya que tenemos en marcha un proyecto piloto de introducción de vehículos eléctricos en tres grandes ciudades denominado Movele, pero queremos contar con la opinión del sector privado, clave para el éxito del coche eléctrico y que también será el gran beneficiado de su implantación. Ya hemos diseñado el sistema de funcionamiento del grupo de trabajo, que se pondrá en marcha a principios de año. El compromiso que tenemos es presentar el plan integral el primer trimestre de 2010. Contemplará medidas para promover la oferta y la demanda de vehículos eléctricos y para lcrear infraestructura de recarga, adaptación o modificación de normativas para fomentar su utilización, entre otras.
Renault fabricará en Valladolid a partir de 2011, 20.000 unidades del primer modelo de producción masiva en España. Para ese año ¿qué tipo de despliegue de recarga puede tener el conjunto del país?
Lo más lógico es que la infraestructura de carga la desarrollen varios operadores. Al margen del proyecto Movele existen iniciativas para introducir vehículos eléctricos que hacen distintas empresas. Actualmente existe potencia instalada una red de alta tensión con capacidad suficiente para admitir cuatro millones de vehículos eléctricos sin acometer ninguna inversión adicional, por lo que el esfuerzo tendrá que hacerse en las redes de distribución y, eventualmente, en las electrolineras. No obstante el grupo de trabajo aún no ha emitido sus conclusiones.
¿Existe alguna previsión de actuación para que la industria auxiliar adapte sus producciones a la nueva tecnología?
Las ayudas articuladas a través del Plan de los Sectores Estratégicos específico para la automoción, que en 2010 ascenderán a 250 millones, están abiertas tanto a fabricantes como a empresas de componentes, al igual que lo estuvo el Plan de Competitividad. Además, el presupuesto de 2010 incluye una partida para facilitar avales por 1.000 millones a las empresas de automoción. Todas estas iniciativas valoran especialmente las inversiones relacionadas con vehículos eléctricos. En 2009 se han concedido 56 millones para que las empresas realicen proyectos de vehículos eléctricos con unas inversiones de 90 millones. Por otro lado, el Movele ha destinado parte de su presupuesto a ayudas para infraestructuras de recarga.
¿A pesar de la prórroga para 2010 del Plan 200E teme que la posible retirada de ayudas en países del entorno pueda contraer de nuevo el mercado?
Hacer previsiones en momentos de incertidumbre económica es difícil. El Plan 2000E ha tenido un innegable efecto dinamizador en las matriculaciones y ha conseguido darla la vuelta a la situación: de las caídas de principios de año hemos pasado a crecimientos de más del 40 por ciento. Sin embargo, es una medida coyuntural y no está prevista su continuación cuando se agoten los 100 millones que hay presupuestados para 2010.
