En la guerra entre Israel y Gaza no hay tregua. Y es que ayer el Ejercito judío siguió bombardeando decenas de objetivos en la Franja desde el aire y el mar, mientras que los palestinos lanzaron varios cohete sobre Tel Aviv, lo que hizo desvanecerse la esperanza de paz.
En el quinto día de la ofensiva Pilar Defensivo, dirigida a acabar con el lanzamiento de cohetes desde Gaza, el número de muertos entre los palestinos ascendió a 69, entre ellos, al menos, 22 civiles, numerosos niños e incluso familias enteras. Tres personas fallecieron en Isarel por los ataques de Hamas.
De esta forma Israel aseguró que se acerca el final de la campaña de bombardeos, pues ésta se está «agotando». Así, funcionarios del Gobierno señalaron que o bien Hamas acepta una tregua o Israel enviará tropas de tierra a Gaza. Además, «el Ejército está preparado para ampliar de manera significativa su operación contra los extremistas palestinos en la Franja», aseguró el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Hasta el momento, los hebreos han movilizado a 1.600 reservistas, que han comenzado su entrenamiento, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, autorizó que se llame a otros 75.000 de ser necesario.
Y es que las sirenas volvieron a sonar en Tel Aviv y se escucharon varias explosiones ayer cuando los grupos palestinos reanudaron los ataques.
«Los proyectiles fueron interceptados por el sistema antimisiles Iron Dome», confirmó un portavoz militar. Hamas señaló que se trató de un M-75, un cohete Qassam de fabricación casera mejorado, lanzado por su brazo armado, las Brigadas Al Qassam. El resto del artefactos cayeron sobre un coche en Holon y un suburbio en el sudeste de la capital, que provocó un enorme fuego. La fuerza aérea israelí atacó de inmediato el lugar desde el que fue disparado.
Otros dos proyectiles lanzados impactaron contra un edificio residencial y un estacionamiento en la ciudad costera de Ashkelon, causando numerosas víctimas, muchas de ellas menores.
Seguidamente, se atacó el cuartel general de seguridad de Hamas en la Ciudad de Gaza. «Un niño de solo tres años y su hermana de uno perdieron la vida», aseguró Ashraf al Qedra, portavoz del Ministerio de Salud del Ejecutivo del grupo islamista.
Además, hubo 17 heridos, entre ellos seis periodistas cuando fue atacado un edificio donde trabajan varios medios. Israel aseveró que su objetivo era una antena usada por Hamas.
En total, se confirmó la cifra de, al menos, 69 muertos, 22 de ellos civiles, además de niños, mujeres y hombres mayores, y también se apuntó que el 70 por ciento de los 500 heridos son civiles.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró que Israel tiene «pleno derecho» a defenderse de los ataques de Hamas contra su territorio, pero advirtió de que lo «preferible» sería acabar con los continuos disparos de cohetes sin aumentar la actividad militar en Gaza. «Ningún país del mundo puede tolerar una lluvia constante de proyectiles contra sus ciudadanos desde el otro lado de sus fronteras», declaró.
Además, informó de que ha mantenido constantes contactos con los Gobiernos de Egipto y Turquía para intentar poner fin a los ataques de Hamas.
