Hace años que desaparecieron las llamadas tertulias, que se celebraban generalmente en establecimientos hosteleros a la hora del vermú, a la del café o a la caída de la tarde/noche. Recordemos las de La Suiza, Castilla, Cándido, Columba…Una muy nutrida era también la de Amigos del Quijote, en el bar Postigo, ubicado en la desaparecida y llamada casa amarilla. Y las tertulias taurinas, frecuentes y en varios establecimientos, dirigidas por buenos aficionados, Pastor, Nicolás, Illana…
A un reducido grupo de amigos se nos ha ocurrido “recordarlas”, aunque de forma muy especial: No hay número fijo de asistentes, hombres y mujeres de cualquier edad, tampoco hay días fijos, ni lugar concreto, sino que cuando a alguno se le ocurre convoca a través de los medios modernos…
Como todos presumimos de ser observadores, nuca faltan temas a tratar, que son de lo más variado, a veces incluso pintoresco, sin que falte el humor, tan necesario en nuestros días pero tan poco utilizado.
Se viene escribiendo ahora sobre “desastres” en las losetas de algunas calles y plazas, por lo que era forzoso que saliera a relucir la tan sufrida calle de Daoíz. Porque, si os dais un paseo por ella, les dije, observad bien, como ejemplo, el último tramo de calle donde se ha iniciado la pavimentación…¡Y qué pavimentación! Penosa para caminar por la desigualdad en la colocación de adoquines y losas, con una notable falta de unión entre los primeros para hacer el camino más llano. Se olvidó el estilo de antiguos especialistas que picaban uno por uno…
Pasaba en esos momentos, seguí diciendo a los tertulianos, un buen amigo, experto en historia, arquitectura y urbanismo y le dije: ¿Qué te parece el “nuevo” firme?. Me respondió, riendo y con cierta guasa: “No quiero hablar”. Yo le dije: “Lo que quiero es precisamente que hables…” Levantó la mano en señal de despedida y siguió su camino riendo…
Intervino otro tertuliano: Por cierto, que alguien de la oposición municipal pide que se atienda a la plaza de San Sebastián, donde hace años están levantados casi todos los cantos rodados. Pero poco caso hizo el anterior equipo, creo recordar, cuando una vecina de dicha plaza tropezó, cayendo de bruces y teniendo que ser atendida en el Hospital; la recuperación fue larga… pero “se hizo oídos sordos”, incluso por la ahora reclamante.
Como en nuestra “joven” tertulia hay especialistas en todo, uno de ellos, buen conocedor de la política, nos preguntó, así de sopetón:” ¿Sabéis qué paralelismo existe entre el franquismo, tan criticado y odiado por la izquierda, y el sanchismo, tan criticado ahora por los que respetan la Constitución? “. Ante nuestras caras de dudas, soltó:” Pues que en el franquismo se fusilaba, lamentablemente, y en el sanchismo se libera a los asesinos, lamentablemente”. Y seguro que el “jefe” seguirá por ese camino ahora que tiene más al alcance la continuidad, en lo que también le apoyan su compinche la primera vicepresidenta y los socialistas segovianos. Resultado, que tuvimos que darle la razón a nuestro amigo, claro está. Algún otro asistente comentó la “huida” del Congreso del presidente en funciones, dejando sustituto, con desprecio a todo el pueblo español, por ser la Cámara su auténtico representante. Y añadió: “Por cierto, que parece que tiene algo de razón la oposición en cuanto se refiere a la subida de impuestos.”
Otro de los tertulianos “nos volvió” a la ciudad comentando favorablemente la decisión de que ante todas las farmacias de la capital que haya espacio suficiente, se marque una reserva para detención provisional de vehículos.
Como no faltan amantes de la lectura en papel, uno de ellos comenta y elogia muy favorablemente la nueva instalación de la Biblioteca Pública. Un poco alejada del centro más habitado, sí, pero un edifico muy logrado, muy funcional e instalado de forma especialmente atenta a servir a lectores y estudiantes que acudan a ella. O a los cursillos y sesiones diversas, también para niños, que se vienen organizando. Sus espacios están muy bien distribuidos, con el material necesario y ordenadores para las consultas precisas, añadió. Y continuó: La abundancia de letreros indicadores de materias, salas de estudio y conferencias, etc., no ofrecen dudas de su situación, aparte de la atención que prestan los empleados en la sede. Y añadió: No olvidéis buscar los fósiles en la sala de entrada.
Otro comentaba que para hacer más fácil la obtención de libros se podrían haber creado algunas bibliotecas de barrio, dispuestas para atender la demanda de los clientes de cualquiera de ellas en poco tiempo, pero hay que pensar asimismo en el costo tan elevado que ello supondría, además de los cerca de 13 millones de euros que ha supuesto solo el edificio, aparte equipamiento, de esta Biblioteca en la calle de Los Procuradores, de la nueva barriada Ciudad y Tierra.
Y seguiremos otro día cuando alguno de los tertulianos nos convoque por las “redes”.
