Ocho desempleados que participan en los programas mixtos de empleo y formación, fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Segovia y el Servicio Público de Empleo de Castilla y León, han dado una nueva imagen con su trabajo al entorno de la iglesia románica de San Justo.
El plan de intervención diseñado se ha centrado en los terrenos libres de uso público situados entre las calles Cerrillo y Alamillo, que rodean el ábside del templo. Este espacio se encontraba descuidado y degradado, por lo cual requería la restauración y acondicionamiento que se ha llevado a cabo.
El programa, además, tiene una importante vertiente social y formativa, al permitir que los alumnos adquieran la cualificación y la experiencia profesional adecuada y necesaria para mejorar sus posibilidades de ingreso en el mercado laboral, según señalan fuentes municipales.
Entre otros trabajos, se han acondicionado en esta zona los taludes y el cerramiento existente, se ha pavimentado y se han construido muretes, además de preparar el terreno para las nuevas plantaciones con instalación de riego automático.
El aspecto ha cambiado completamente y, por ejemplo, en el muro de contención de mampostería situado frente a la calle Alamillo se han tenido que unir las juntas en mal estado con mortero de cal, además de reponer piezas en algunos tramos y recrecer el propio muro en casi todo el perímetro para coger la cota necesaria de los terrenos que sustenta. Finalmente, la parte superior se ha coronado con albardilla del mismo material. Desde el Ayuntamiento han indicado que este muro necesitaba un tratamiento severo de limpieza, saneamiento y rejuntado.
El cerramiento de barandilla metálica que existía en la calle Cerrillo se ha sustituido por una empalizada de rollizos de madera tanalizada.
Todo el perímetro de la zona se ha tratado con una banda de encachado de losas irregulares sobre solera de mortero que remata, limita y perfila el espacio, a la vez que conexiona los pavimentos que delimita, facilitando el mantenimiento.
Además, se ha desmontado el talud y conformado un aterrazamiento a base de muretes de lajas de mampostería con trazados curvilíneos, diseñando el espacio con escalonamientos que se han completado con una cubierta vegetal con plantaciones de especies arbóreas y arbustivas adecuadas al entorno y características del lugar.
Por último, se ha instalado un sistema de riego por goteo y microaspersores para el mantenimiento de la pradera.
Representantes de la Asociación de Vecinos Justo y Pastor, del barrio de El Salvador, junto al concejal de Medio Ambiente, Jesús García, han realizado esta semana una visita a este espacio restaurado, junto a los protagonistas de su recuperación y embellecimiento, los alumnos del programa mixto, que con su trabajo han conseguido dotarlo de la dignidad que corresponde a este templo, destacable sobre todo por sus pinturas murales.
