El Colegio “Sagrado Corazón” de Segovia, cuya titularidad ostenta la Congregación de las Hijas de Jesús desde el año 1889, está enclavado en el antiguo barrio judío, en lo que fue Sinagoga Ibáñez de Segovia en el siglo XV, de la que se conserva algún resto.
La propiedad pasó por distintas manos hasta que en 1888 la Madre Cándida María de Jesús, fundadora de la congregación, vino a Segovia buscando una casa para abrir un nuevo colegio; la encontró en la calle Trinidad nº 2, pero al aumentar el número de alumnas se vio obligada a adquirir un nuevo edificio. En 1920 compró la casa y dependencias, que tras sucesivas remodelaciones configuran el actual colegio.
Cuando el colegio cierre sus puertas en septiembre de 2011, dejará atrás la historia de más de 8.000 alumnos que han pasado por sus aulas, incluidas personas que entraron con tres años y ahora siguen con más de 50 como profesores. En sus orígenes fue centro educativo para niños sin recursos y escuela para “mujeres de servicio” que acudían los domingos a aprender a leer y a escribir. Durante veinte años, entre la década de los años 50 y comienzos de los 70, fue escuela de Magisterio, “duplicando la acción educativa en Segovia”, según rememora la actual directora que lamenta que el proceso de integración vaya a ser próximo a la canonización de la madre Cándida.
Pero la mirada al pasado no debe hacer perder las perspectivas de futuro que guarda varios interrogantes sin resolver como es la definición del uso que tendrán las dependencias de la calle San Geroteo. “Se intentará dar una salida al edificio, pero de momento no nos hemos planteado nada porque hemos estado centradas en mantener de los puestos escolares y de los profesores en un centro de enseñanza religiosa”, ha indicado la hermana Sagrario.
