El Gobierno admite que el factor de sostenibilidad, que tendrá que definir en apenas un mes un comité de expertos creado a tal efecto, puede retrasar la edad de jubilación más allá de los 67 años fijados a partir del año 2027, según el documento sobre dicho parámetro que ayer entregó el secretario general de Seguridad Social, Tomás Burgos, a la Comisión del Pacto de Toledo.
El texto señala que el factor de sostenibilidad puede tener efectos sobre la edad de jubilación en dos sentidos. Por un lado, aumentando el número necesario de años cotizados para poder jubilarse, de tal manera que la edad efectiva para tal fin se acerque a la legal, establecida en los 67 años a partir de 2027.
Por otro, el Ejecutivo reconoce que una vez unificada la edad legal, «es posible seguir aumentándola», al tiempo que también confiesa que el factor de sostenibilidad puede tener efectos sobre la «indexación de las pensiones», que ahora se actualizan según la evolución del IPC del mes de noviembre de cada año.
Al hilo de esto, el documento del Ministerio de Empleo indica que en la última década se han producido «comportamientos perversos que el propio sistema de Seguridad Social origina y que no se deben perpetuar en el tiempo», como el hecho de que la pensión media del sistema haya crecido en este período más que los salarios y más que la variación de los precios, así como la «insuficiencia» de las cotizaciones en relación con algunas prestaciones devengadas o las altas tasas teóricas de reemplazo de las retribuciones en España en comparación con las de otros países europeos.
También admite el Gobierno que el factor de sostenibilidad puede tener efectos sobre la fórmula de cálculo de la retribución, al aumentar el número de años cotizados para alcanzar el 100% de la base reguladora y/o modificar la fórmula de dicha base.
Junto con los efectos que el coeficiente puede tener sobre las pensiones futuras, el Ejecutivo destaca en el texto algunos aspectos del sistema que, en su opinión, el comité de expertos debería tener en cuenta a la hora de definirlo. En concreto, menciona la evolución de la esperanza de vida y las relaciones de índices demográficos y económicos.
Además, el texto detalla los procesos de reforma de los sistemas de jubilación en otros países de la UE y destaca que las principales tendencias en la mayoría de ellos es considerar toda la vida laboral, no aumentar los tipos de cotización, rebajar los índices de actualización tanto de las pensiones como de las cotizaciones tenidas en cuenta en el cálculo de la pensión y exigir un número mayor de años cotizados para tener derecho al 100% de la prestación.
