El proyecto de excavaciones en busca del origen, crecimiento y posterior abandono de la ciudad romana de Segisamo, en Sasamón (Burgos), ha avanzado este verano con el hallazgo de muros romanos y edificaciones de los siglos III y IV, derruidas o abandonadas, que dan testimonio del pasado romano del municipio burgalés, en cuyo corazón se ha trabajado durante la campaña estival.
El objetivo de la séptima campaña de excavaciones, impulsada por un grupo de arqueólogos unidos bajo la iniciativa romanarmy.eu, era realizar varios sondeos en el entorno de la Colegiata de Santa María La Real de Sasamón, en busca de evidencias de la antigua ciudad romana.
“Hemos trabajado en una zona cercana a la iglesia, que se ha mantenido como una era en los últimos 100 o 150 años”, ha explicado Jesús García Sánchez, del Instituto de Arqueología de Mérida-CSIC-Junta de Extremadura, y el arqueólogo que dirige el proyecto junto con José Manuel Costa-García (Universidad de Salamanca).
En el año 2020 realizaron una prospección con georradar y, en ella, detectaron varias estructuras “bastante interesantes”, así que para este verano seleccionaron dos zonas, en las que han estado trabajando desde principios de agosto, a fin de localizar alguna fase bien conservada de la ciudad romana.
Lo que han encontrado han sido muros romanos, “pero muy afectados por zanjas de expolio, seguramente de época medieval”, ha indicado García Sánchez, pues seguramente de ellos se extraerían las piedras que sirvieron para construir la actual iglesia.
También han hallado un pequeño cementerio de mediados del siglo XIX, relacionado con la iglesia, pero bajo el cual han llegado a los niveles de derrumbe o abandono de la ciudad romana en los siglos III y IV.
“Nos hemos quedado justo en el momento de levantar el derrumbe de un tejado, para poder ver el suelo” de la época, ha indicado el arqueólogo, quien valora haber conseguido “llegar a niveles que les interesaban”, tras una campaña de excavaciones que acabó el pasado 26 de agosto y que abre la puerta a un yacimiento con “bastante potencia”.
El próximo año continuarán trabajando en el centro de Sasamón, donde no se había excavado desde hace cincuenta años, pues la investigación se había centrado en otras zonas del complejo suburbano de Segisamo, como los entornos de Olmillos de Sasamón. El objetivo es resolver la “incógnita” sobre cuándo se fundó la ciudad romana, cómo creció y cuándo se abandonó, y aunque todavía no pueden dar respuesta a todas esas preguntas, “porque esto no es magia”, sí que han avanzado durante este verano.
“Lo hemos dejado listo para futuras campañas y empezar a comprender un poco más esos niveles tardíos” y seguir excavando para ver qué encuentran más abajo.
Igualmente, el equipo de excavaciones, conformado por once personas entre personal del CSIC, alumnos de la Universidad de Salamanca, profesionales arqueólogos y locales del pueblo de Sasamón, ha continuado los trabajos de años anteriores en Olmillos.