La segoviana Olga Casado fue la protagonista del primera novillada de la Feria ‘Judión de Oro’ de La Granja de San Ildefonso. Bajo la tutela de los diestros Miguel Abellán y Fernando Robleño, firmó una templada, valiente y capaz faena que valió dos orejas para salir por la Puerta Grande y conquistar una nueva plaza. Un trofeo cada uno se llevaron los novilleros con picadores Víctor Cerrato y Juan Herrero, mientras que el rejoneador Adrián Venegas, pese a arriesgar en su actuación, saludó una ovación. Se lidió un envío de la ganadería de Valdellán, bien presentado aunque falto de raza en líneas generales, del que los lidiados en la segunda parte del festejo ofrecieron más opciones. Buena entrada para esta primera novillada, dentro de un certamen que sigue ganando puntos en su consolidación.

Casado atesora valor para torear bien. Lo demostró desde el inicio capotero y lo corroboró en la muleta para firmar una templada faena. Sin prisas y cuidando las formas. Serena y segura levantó una tarde que hasta el momento había sido un espejismo. La segoviana dejó pases de bella factura ante un eral de buen juego y comportamiento. Cobró medio espadazo y cortó dos orejas entre una petición incluso de rabo.

Novillo brocho y fuerte el que abrió la Feria del Judión, un ejemplar que ya en banderillas marcó las querencias y acusó su falta de raza. Manso, pronto se aculó el tablas y terminó por rajarse. Cerrato quedó inédito y el animal se puso complicado para despacharlo. Media estocada que fue buena y el novillero salió a saludar en el tercio. Astado gordo y musculado el que sorteó por segunda vez, con mejor tónica que el primero. Lo sujetó con dominio en los toques y selló una conjunta actuación que fue premiada con un trofeo.

Un ‘patasblancas’ salió en segundo lugar, un astado que arrastró aparentes molestias en una pata pero que metió la cara con brío en el capote de Herrero. El novillo fue tardo en los cites y se quedaba corto en la muleta, en un trasteo que no cogió vuelo. El quinto de la tarde fue un toro. Bien hecho, con morrillo y con las puntas hacia arriba, pero un tanto bizco. Tuvo mejor condición, aunque le faltó un punto de chispa. Cuando Herrero se puso ajustó con él, metió la cara en un trasteo notable. El espadazo valió una oreja.

Abanto salió el ejemplar para rejones. Tuvo arriesgar Venegas para meterlo en el canasto. El rejoneador estuvo valiente a dos pistas y al quiebro, y se dejó llegar al astado a la montura. Clavó las banderillas con efectividad, pero no anduvo certero con el rejón de muerte y su labor fue ovacionada en el cierre del primer festejo del ‘Judión de oro’.

Ficha
Plaza de toros de La Granja de San Ildefonso. Primera novillada del Certamen ‘Judión de Oro’. Alrededor de tres cuartos de entrada. Cinco novillos-toros y un eral de Valdellán, bien presentados, aunque faltos de raza.
Víctor Cerrato, saludos desde el tercio y oreja.
Juan Herrero, silencio y oreja.
La novillera sin picadores Olga Casado, dos orejas.
Y el rejoneador Adrián Venegas, ovación.

