En los días previos a viajar a Budapest para disputar la prueba de los 1.500 metros, ya avisaba la segoviana Águeda Marqués en las páginas de este periódico que iba a tener que correr “muchísimo” si quería tener opciones de clasificarse para las semifinales de una prueba en la que participaban en cuatro series casi medio centenar de corredoras de un altísimo nivel.
Y así lo hizo la atleta segoviana, que en la cuarta y última serie que clasificaba para la penúltima ronda de la competición paró el crono en un tiempo de 4:06.41, el cuarto mejor registro de toda su carrera deportiva en la distancia… pero que acabó siendo insuficiente para lograr su clasificación.
El hecho de que en este Campeonato del Mundo las pruebas de medio fondo no tuvieran clasificaciones por tiempos, sino solamente por puestos, llevó a que las carreras fueran tácticas hasta el exceso, con grupos compactos que no se rompían hasta prácticamente los últimos doscientos metros.
Así Águeda, después de ver cómo Esther Guerrero y Marta Pérez lograban su clasificación para ‘semis’ apurando para lograr clasificarse entre las seis primeras, afrontó con decisión su serie en la que destacaba la presencia de la australiana Jessica Hull y la etíope Meshesha Hirut. La carrera fue tan rápida y tan táctica como se esperaba, con muchas corredoras tratando de llevar la iniciativa sin ceder ni un solo metro hasta que a falta de una vuelta el grupo cabecero todavía de nueve atletas comenzaba a cambiar el ritmo para llegar a los últimos doscientos con Águeda ocupando la octava plaza intentando una remontada que finalmente no llegó a producirse. La experiencia es un grado, y la atleta segoviana tiene por delante muchos campeonatos para hacer valer su calidad.
