Asaja denunció que Agroseguro aplicará una “importante subida” del 35 por ciento de media en las tasas del seguro de cultivos herbáceos en Castilla y León, que pasarán de 22 a 30 euros por hectárea. Este encarecimiento, constató la opa, “ha encendido las alarmas en la agricultura de todo el país y especialmente en la de Castilla y León, que es la comunidad autónoma con más superficie asegurada”.
A pesar de la “oposición” del sector y de las comunidades autónomas, el Plan 2023 entrará en vigor para la próxima campaña de contratación, que se iniciará este otoño, dado que Agroseguro contó para su aprobación con el respaldo de ENESA, el Consorcio de Compensación de Seguros y la Dirección General de Seguros. La Junta Directiva de Asaja Castilla y León, reunida ayer en Valladolid, analizó el impacto que esta revisión tendrá para las tarifas del seguro de herbáceos extensivos de Castilla y León, y advirtió de que “las medias son engañosas, puesto que, mientras en unas pocas comarcas no subirán nada, en otras comarcas de Castilla y León los incrementos superarán el 100 por ciento”.
La organización agraria comentó que el motivo que aduce Agroseguro es que en determinadas comarcas las tasas actuales son “insuficientes” para cubrir un riesgo como la sequía, que incide cada vez con mayor frecuencia e intensidad y en zonas muy extensas. Asaja argumenta que, si bien es cierto que esta última campaña se han multiplicado las indemnizaciones, “el agricultor es víctima y no culpable de tener que dar partes por sequía. Y en muchos casos las mayores subidas que se quieren aplicar son en comarcas en las que los agricultores tenían ya muy difícil asumir el coste del seguro”.
La opa estima que las subidas aprobadas para la próxima contratación “deberían haberse aplicado escalonadamente, y no de golpe un año en el que precisamente el sector está hundido”, tras una pésima cosecha y los altísimos costes de producción que se tuvieron que asumir, y que obligaron a muchas explotaciones a endeudarse. También hace notar la organización agraria la “triquiñuela de Agroseguro, al aprovechar la revisión a la baja del Ministerio en los precios de aseguramiento de cereales, girasol y colza, que momentáneamente aligerará el coste del seguro, pero que significará una menor indemnización para el agricultor en caso de siniestro.