La hermandad Obrera de Acción Católica española acaba de finalizar en Segovia su XIV asamblea general después de ocho años sin poderlo celebrar por diversos motivos. Ha tenido como mensaje principal: “Tendiendo puentes, derribando muros”.
Ha sido un tiempo de encuentro en el que se han reunido más de ochocientas personas buscando la conversión y proclamando la memoria agradecida por los 75 años de existencia desde que Guillermo Rovirosa lo fundara en los años cuarenta.
El objetivo de los militantes de la HOAC es el de formarse para vivir desde la mirada de Jesús de Nazaret. Cultivan una espiritualidad personal y comunitaria desde la mística que nace en el mundo obrero favoreciendo la creatividad en el trabajo y el cuidado de la naturaleza como casa común. Desde este contexto tiene sentido su compromiso por la justicia ante las situaciones injustas existentes en el mundo laboral con el paro y la manipulación laboral de los inmigrantes.
La HOAC es una de las presencias cristianas en el mundo del trabajo. Este, el trabajo, es la facultad humana más apta para ejercer la creatividad y desarrollar las cualidades humanas. Por eso, el paro, la marginación de los emigrantes, la manipulación de las personas, la degradación de la naturaleza, el descarte de los menos productivos se convierten en una de las lacras del mundo de hoy a erradicar.
No se entendería el testimonio de la HOAC si no se hiciera desde el ámbito eclesial como lo supieron proponer grandes personajes y testigos como Guillermo Rovirosa, Tomás Malagón y Eugenio Merino. Su ámbito propio es la acción católica en la que se insertan con su especificidad testimonial en el mundo del trabajo.
El slogan “Tendiendo puentes, derribando muros” en tono positivo responde al deseo de la HOAC de ser capaces de profundizar más en aquello que les une y generar espacios de diálogo y coordinación en búsqueda del bien común; pretenden eliminar las descalificaciones para lo cual es preciso destruir los muros que nos separan y crear puentes que nos unan.
Por otra parte, la acción católica general es una asociación laical creada por la propia Iglesia para la evangelización de las personas y de las realidades en las que está inmersa la parroquia, en estrecha vinculación con el Obispo, en cada Iglesia particular. En el caso segoviano, se ha iniciado esta experiencia en la parroquia de El Sotillo (La lastrilla) que esperemos florezca con gozo.
Ofrece una experiencia de vida y de fe, vivida personal y comunitariamente, a través de una propuesta formativa atenta a la vida, iluminada desde el Evangelio y orientada a la misión, en corresponsabilidad. Su misión se presenta como una escuela de discípulos misioneros, que alienta a los laicos a «salir» a evangelizar, encarnándose en lo cotidiano de su vida, y ayuda a trazar líneas comunitarias para la misión. Laicos atentos a las necesidades y urgencias de nuestro mundo, dispuestos a actuar en la transformación para la construcción de la civilización del amor.
La Acción Católica General tiene una dimensión diocesana y parroquial. Desde la parroquia, asumiendo los planes pastorales diocesanos como sus directrices principales y trabajando con actitud de servicio para el crecimiento del laicado diocesano. Un miembro de Acción Católica General está llamado a testimoniar su pertenencia a la Iglesia diocesana.
La Acción Católica General organiza a los laicos en torno a grupos parroquiales donde compartir la fe, revisar la vida y tomar impulso para ser sal y luz en el mundo. A través de sus procesos, educa a niños, jóvenes y adultos a ser testigos del amor de Dios. Apuesta por una metodología que llama a la formación y a la conversión interior de las personas y las anima a comprometerse en la transformación de la realidad social.
Desde la acción católica, la HOAC y la tarea misionera, la parroquia tiene un reto: potenciar la evangelización en un mundo de trabajo aplanado en el sector servicios, olvidado en el ámbito rural e instrumentalizado en el mundo industrial con el agravante que el mayor sistema empresarial es el Estado donde se mezclan las ideologías y los intereses globales y donde los muros políticos dificultan crear puentes.
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*Profesor emérito
