Asaja Segovia denunció ayer que la provincia está padeciendo “la irracionalidad” de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), que depende del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, porque “se están derribando presas sin ningún criterio técnico y con un coste inasumible por el Estado”. Además, lo calificó como “una destrucción de riqueza manifiesta”.

Asaja Segovia hace referencia al inicio de los trabajos de demolición de una presa, en el término municipal de Navafría, y de dos presas en Moraleja de Coca, que pertenece al Ayuntamiento de Nava de la Asunción. En su opinión, estas construcciones deberían de mantenerse y limpiarlas por el servicio que suponen y la retención de agua que causan, tan necesario para la sociedad y más en el periodo que se está viviendo de sequías prolongadas.
MEJORAR ESTE TIPO DE INFRAESTRUCTURAS
Desde Asaja Segovia solicitaron a la CHD: mantener y mejorar este tipo de infraestructuras; optimizar el gasto público mejorando las infraestructuras ya existentes; destinar más dinero público a las mejora de los regadíos, así como inversiones en infraestructuras de retención de agua para la agricultura y ganadería.
Por otro lado, el sindicato de agricultores denuncio desde Salamanca a través de un comunicado la incoherencia entre los objetivos del plan estratégico de la PAC y la realidad del campo, en lo referido al ámbito de protección le clima y del medio ambiente.
ELIMINAR MALAS HIERBAS
Así, desde la organización explicaron que son “muchos los agricultores que de forma continuada reclaman a Asaja poder labrar sus parcelas recién cosechadas con la intención de eliminar malas hierbas y preparar una buena sementera para la campaña siguiente”. Por ello, salvo los municipios en los que las ovejas “aprovechan estos rastrojos” y que están obligados a cumplir la ley de pastos y rastrojeras, el resto de localidades “no tienen ganado que elimine las plantas adventicias brotadas en los meses de primavera y verano”.
Según la normativa de la PAC, mediante la denominada “condicionalidad reforzada”, dentro de las llamadas Buenas Condiciones Agrícolas y Medioambientales, señalan que recoge que “en las parcelas que se siembren de cultivos herbáceos de invierno, no se labrará el suelo con volteo ni se realizará laboreo vertical, entre la fecha de recolección de la cosecha y el 1 de septiembre, en este caso de 2023”.
MES RÉCORD EN PLUVIOMETRÍA
Una normativa que ya existía en años anteriores pero que, afirman, permitía labores superficiales para eliminar estas malas hierbas. Pero, este año, tras un mes “record en pluviometría”, desde Asaja argumentan que el brote “desmesurado y de manera incontrolable” de estas malas hierbas la única opción que tiene el agricultor es utilizar herbicidas totales.
Por ello, desde Asaja exigieron a los responsables en materia de política agraria común, la modificación de esta BCAM “especialmente en un año tan atípico como el que estamos sufriendo el sector agrario”, debido a la sequía y a los elevados costes de producción. Estos factores, sumados a una “mala utilización de prácticas agrícolas”, advirtieron que “lo único que conseguirán es más perdidas al agricultor, el cierre de más explotaciones y el encarecimiento de productos de primera necesidad para el resto de los consumidores europeos, beneficiando una vez más a cualquier productor externo a la Unión Europea, que no tiene que cumplir practicas absurdas”.
