Un total de 16.371 personas participó durante los seis primeros meses de 2023 en el programa de Autoprotección de la Junta, Proteccyl, que en este periodo se detuvo en 130 municipios de la Comunidad. Del total, una tercera parte eran escolares, para una iniciativa que utiliza medios novedosos, innovadores e inclusivos sobre la importancia de empoderarse frente a los riesgos con los que se convive a diario.
Además, en el mes de junio se han puesto en marcha los ejes 2 y 3 del Programa con charlas divulgativas y seminarios especializados orientados a los sectores económicos especialmente proclives a la generación de riesgos. La valoración que hacen los participantes en Proteccyl es de “sobresaliente alto”.
Los dos espacios móviles tipo tráiler, de color blanco, serigrafiados con imágenes cotidianas que esconden algún tipo de riesgo en color naranja, y que bajo el acrónimo de Proteccyl están recorriendo los municipios de más 500 habitantes desde el 1 de marzo, reciben cada día más visitas allí donde hacen parada.
Los participantes suben y se quedan sorprendidos del papel que la autoprotección juega en la seguridad de las personas, sus bienes y su entorno y se tranquilizan al tomar conciencia de que las personas disponemos de recursos para enfrentar los riesgos que nos rodean y salir airosas de situaciones críticas.
Ese es el objetivo con el que la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, a través de la Agencia de Protección Civil y Emergencias, puso en marcha el Programa de Autoprotección de Castilla y León el 28 de febrero. Para que la divulgación de la cultura de la autoprotección sea más efectiva, el Programa está dividido en tres ejes que permiten segmentar la información que debe recibir cada colectivo en función de sus circunstancias personales y profesionales.
la ciudadanía
El primer eje se centra en la ciudadanía en general. En su desarrollo es donde se aprecia la dimensión eminentemente rural que tiene el Programa de Autoprotección de Castilla y León. Se apuesta por involucrar a todos los vecinos de los pequeños municipios en la creación de entornos de convivencia seguros, poniendo en valor la interdependencia personal entre ellos cuando se trata de protegerse frente a riesgos naturales.
En este eje, el Programa de Autoprotección pone el foco de manera especial en las personas con discapacidad y las de avanzada edad, por un lado y, por otro, en los escolares de todas las edades, porque son precisamente los niños y los jóvenes los más permeables para adoptar los valores y los hábitos positivos vinculados a la autoprotección.
Con las actividades programadas en el interior de estas unidades móviles, totalmente gratuitas, se aprende cómo mantenerse en alerta frente al riesgo y la importancia de adquirir hábitos de autoprotección, utilizando mensajes accesibles y adaptados al público al que se dirigen y con recursos innovadores como escape room, experiencias de realidad virtual, simulacros, etc.
los agentes económicos
El segundo eje, el dedicado a los agentes económicos, se dirige a los titulares u organizadores de actividades que llevan inherente un riesgo que puede ocasionar daños a terceros. Para este segmento de la población, la cultura de la autoprotección ha comenzado a abordarse a través de seminarios especializados.
