Aunque la presencia de la mujer en el mundo de la tauromaquia hace mucho que se dejó de ver como algo raro o, incluso, tabú, lo cierto es que la diferencia con su contraparte masculina todavía es bastante grande. De hecho, de los 830 matadores de toros que hay registrados en España, solo cinco son mujeres. Por lo tanto, todavía queda mucho para lograr una equidad real.
Por fortuna, hay mujeres que ya luchan cada día por cambiar eso y seguir demostrando que el toreo no es solo una disciplina para hombres. Y la provincia de Segovia puede presumir de tener a una de ellas. Se trata de Olga Casado, una novillera natural de Aguilafuente de tan solo 20 años que se formó en la Escuela de Tauromaquia Yiyo de Madrid. Quizás aún sea una desconocida en las grandes plazas, pero con esa edad ya ha dejado algunas grandes actuaciones en escenarios menores, como en la madrileñas de San Martín de la Vega o Lozoya, donde dejó muy buenas sensaciones y hasta cortó alguna oreja.

Sin embargo, no cabe duda de que una de sus actuaciones más especiales llegó el pasado sábado, día 5 de agosto, en el festival taurino de las Fiestas en honor a los Santos Justo y Pastor de Otero de Herreros. Y no solo por el excelente nivel mostrado que le sirvió para cortar dos orejas, sino también porque era la primera vez que lidiaba en suelo segoviano. En su tierra. El rostro de emoción que Olga presentaba el final de la novillada demuestran lo que ha supuesto este momento para ella.

El festival taurino vino con una clase práctica y un cartel que completaban Cristóbal Arenas y Diego Mateos. Pero la estrella de la tarde fue, sin discusión, Olga Casado, con quien el público de Otero se volcó en cada uno de sus pases. La joven novillera de Aguilafuente vino dispuesta a dar espectáculo y no decepcionó con su lidia, que remató con una gran estocada que arrancó una estruendosa ovación del público asistente. Otro premio para ella aparte de las mencionadas dos orejas.

Una de esas orejas, de hecho, se la entregó a los nietos del maestro Andrés Hernando, que acudieron a la cita. Se trata de uno de los toreros más grandes que ha dado Segovia, por lo que el gesto resulta bastante significativo. Para Olga es un gran referente en el que fijarse. ¿Podrá algún día estar a su altura? De momento, ayer tuvo otra buena oportunidad para seguir creciendo con una nueva lidia en la Plaza de Trillo (Guadalajara).
