Las organizaciones agrarias Coag y Upa estiman «imprescindible» el mantenimiento de los 65 años como edad legal de jubilación de los agricultores y ganaderos ante el «carácter penoso y la gran exigencia física del trabajo en la actividad agraria, que provoca un deterioro físico superior a otros muchos sectores laborales».
Ambas organizaciones entienden que debe encararse una reforma del régimen actual de pensiones para garantizar su viabilidad futura, como uno de los derechos fundamentales del estado de bienestar social. Sin embargo, explican en un comunicado que «esta reforma no se puede realizar a costa de provocar un grave perjuicio a sectores, como el agrario, especialmente desfavorecido, a la vez que estratégico y sumido en una grave crisis».
Upa y Coag consideran que la reforma prevista debe ser flexible, estableciendo las excepcionalidades que se consideren justas y equilibradas, para evitar el agravamiento económico y la precariedad social de sectores como el agrario. El trabajo en la agricultura y ganadería es muy duro y resulta insoportable a edades avanzadas que, en el caso de ampliarse la jubilación a los 67 años traería como consecuencia un aumento de la siniestralidad laboral y del riesgo de accidentes.
Además, apuntan que con el aumento de la edad de jubilación se vería limitado el necesario relevo generacional y, en consecuencia, se generaría un mayor envejecimiento de la población activa agraria, (el 60 por ciento de los agricultores tiene más de 55 años). «Ante las exigencias de eficacia productiva se precisa un rejuvenecimiento del sector que favorezca un mayor dinamismo, modernización e innovación, así como la adaptación a las nuevas tareas de gestión que actualmente se exigen a la actividad agraria», añaden.
La ampliación del período de cálculo de los años de cotización que se está poniendo ahora encima de la mesa, supone desvirtuar el principal objetivo de la reforma del REASS de 2007, que buscaba disminuir la brecha de las pensiones del sector agrario respecto al resto de sectores, a través de un incremento del esfuerzo contributivo.