Habrá duelo franco español en la final del Open de Castilla y León. Pablo Llamas logró ayer una importante victoria para su carrera frente a Nicolás Moreno de Alborán en un duelo de gran nivel e intensidad física. Hoy luchará por la corona de El Espinar contra Antoine Escoffier que se impuso a su compatriota Térence Atmane en el duelo francés de semifinales.
Pablo Llamas, número 184 del ránking ATP, rompió el servicio de Nicolás Moreno de Alborán, 150 del ránking, en el primer juego del encuentro. Los nervios del principio hicieron fallar al español que con una doble falta devolvió el break. Ambos jugadores entraron en calor y consiguieron asegurar sus servicios hasta el 6-6 llevando la primera manga hasta tiebreak.
El primer minibreak lo consiguió Nicolás gracias a un error no forzado de Pablo al subir a la red. Ganó sus dos servicios cogiendo ventaja hasta el 4-1. Volvió a romper el hispano estadounidense en el 5-3 y con un saque directo puso el 6-3. Recuperó Pablo hasta el 6-4 pero con su saque Alborán cerró el set (7-5).
Gran gesto protagonizó Nicolás con su compañero en la primera manga al dar por buena una bola que el juez de línea cantó fuera. El juez de silla mandó repetir el punto pero Alborán intervino: “It’s good, not repeat it”. Pablo agradeció el gesto a su compañero que se llevó la ovación de la grada.
El segundo set comenzó muy igualado, pero Llamas dio un paso más y en el cuarto juego rompió el saque de Alborán (3-1). Dos bolas de break levantó el español en su saque para mantener la ventaja y poner el 4-1. El primer servicio no le entró en todo el juego, sin embargo, tiró de casta y se puso por delante. Bola de break tuvo y aprovechó Pablo en el sexto para distanciarse en el marcador y con su servicio cerrar la manga (6-1), mandando el encuentro al tercero.
Tomó aire Nicolás en el vestuario antes de volver a pista ante los aplausos de la grada y gran parte de su familia desplazada hasta El Espinar. Se mantuvo firme con su saque pero unas dolencias en el pie izquierdo le obligaron a pedir asistencia médica. Los físicos entraron a pista y tras el tratamiento el encuentro se reanudó.
La igualdad se mantuvo hasta el sexto juego en el que Nicolás consiguió romper el saque de Llamas aprovechando la segunda bola de break que tuvo (4-2). Sin embargo, la ventaja duró poco y Pablo devolvió el break en el juego siguiente poniendo el 4-3. El empate volvió al marcador con el 4-4. Alborán ganó su saque y se puso 0-40 en el noveno set. 15-40 y el partido se paró durante 10 minutos. Nicolás rompió el cordón de la zapatilla y tuvo que cambiarlos. Nadie en la grada se podía creer que con dos bolas de partido el juego se parara. Recuperó las bolas de break el español y cerró el set. Igualdad máxima 5-5.
Cada punto se convirtió en una batalla y ninguno de los dos dio una bola por perdida. Un puesto en la final estaba en juego y el partido se fue al tiebreak. Pablo Llamas exprimió el revés de Nicolás que cedió dos breaks dando el partido y el pase a la final al español (7-6, 1-6 y 6-7).
“Estoy muy contento, ha sido un partido bastante duro y muy exigente. Desde que Nico ganó a Verdasco ya sabía que iba a ser un partido muy exigente y estaba concienciado. Si quería ganar sabía que tenía que jugar mi mejor tenis, tanto a nivel físico como a nivel mental. Ha sido un partido raro en el que he tenido que remontar un 5-4 abajo, luego un 0-40 y el parón de los cordones… He tenido que estar super concentrado porque esos minutos a un punto de la derrota son difíciles. Estoy muy contento porque he sacado valentía y coraje y al final me lo he llevado”, explica el joven tenista de 20 años que hoy, a partir de las 12.00 horas, en la pista central, buscará sentarse en el sillón del rey de El Espinar. n
