España se aleja en los últimos años del nivel de vida del resto de las economías europeas, de hecho los españoles son los europeos que más riqueza han perdido entre los años 2019-2021. La renta nacional bruta ha descendido sucesivamente el citado trienio y en 2020 era de más de 1.700 euros inferior a la de los países avanzados. Los datos de Eurostat señalan que el PIB se situó en 25.180 euros en el año previo a la pandemia (2019), el primero completo de la etapa Sánchez, para descender a los 23.250 euros en 2021.
La renta nacional bruta representa las rentas que perciben las personas, excluida la inflación, y en este caso señala un empobrecimiento de los españoles. Si bien la eurozona ha perdido 400 euros per cápita en dicho trienio, al igual que los ciudadanos alemanes, los italianos han perdido 500 y los franceses más de 700 euros. Irlanda por el contrario ha experimentado un incremento importante: de 53.400 euros per cápita en 2017 ha pasado a 70.530 en 2021. Mientras que España ha pasado de 25.180 en 2019 a 23.450 en 2021, por lo que la convergencia con Europa también se resiente. España tenía en 2018 un 91,2% de la renta nacional bruta por habitante media de la UE, y en 2021 ha pasado al 83,4%, en apenas 3 años. La pérdida de convergencia mayor de toda la Unión Europea, al no haberse introducido reformas estructurales en nuestro país. Un déficit público por encima del 3% y una deuda pública en el 113% del PIB no ayudan.
España ha descendido del puesto 13 en nivel de vida en 2018 al puesto número 18 en 2021, de forma que este período temporal España ha sido superada por Malta, Eslovaquia, República Checa, Estonia y Lituania, al igual que ocurre a escala mundial.
Las subidas de los últimos años han desplazado a España al número 34 del total de países de la OCDE, de acuerdo al Índice de Competitividad Fiscal (ICF) que elabora la Tax Foundation en EUA. España se ha desplazado del puesto 23 en 2019 al 34 en 2022, solo por delante de Irlanda, Portugal, Italia y Francia. Al mismo tiempo que el Instituto de Estudios Económicos ha señalado que la presión fiscal en España ha rebasado el 42% del PIB en 2022, superando la media de la Unión Europea del 41,7%.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló el 10 de junio que España experimentó un descenso de los salarios reales del -1,2% en el primer trimestre de 2023, organismo que ha señalado igualmente que el 28% del empleo en España corre un alto riesgo de que sea automatizado, al propio tiempo que la irrupción de Inteligencia Artificial va a ampliar extraordinariamente los puestos susceptibles de automatización. Lo que nos hace propugnar la adopción de medidas que modernicen la economía española en profundidad.
