Miles de segovianos participaron ayer en la tradicional paella que se ofrece en la Alameda de la Fuencisla, y donde se reparten raciones de comida que degustaron a la sombra de los árboles y sobre el verde césped.
En una jornada marcada por las altas temperaturas de la mañana, los cocineros comenzaron a preparar varias paellas de grandes dimensiones de las que salieron en torno a 1.400 raciones.
A partir de las 14:00 horas, los segovianos se organizaron en colas para adquirir los tickets al precio de cinco euros, y formando nuevas filas para ir recogiendo su ración de paella para disfrutarla en familia o entre amigos.
Hubo quien se la llevó a casa para evitar el calor que durante las horas centrales de la mañana llegó hasta los 35 grados. Por la tarde, algunas nubes que se interpusieron ante el sol, ayudaron a apaciguar el ambiente. Por ello muchos alargaron la sobremesa echando partidas o jugando en el césped.
La tradicional paella de las ferias y fiestas de San Juan y San Pedro fue instituida en el año 2005 por parte del Ayuntamiento de Segovia, de modo que es un acto consolidado que cuenta con el aliciente del acompañamiento musical. Este año correspondió hacerlo a los grupos Tanami y charanga Cuba Libre.
Entre el público se pudo ver al nuevo equipo de gobierno, encabezado por el alcalde, José Mazarías, que estuvo arropado por varios concejales, entre ellos el de Cultura, Juan Carlos Monroy, quien destacó el “ambiente cordial” en torno a la comida a base de paella, y agradeció la colaboración de la asociación de cocineros. También asistieron a la cita algunos concejales del PSOE, entre ellos la anterior alcaldesa, Clara Martín.
Previo a la paella se celebró en la Plaza el Carnavalito de San Juan organizado por las comparsas, que celebraron así un vermú con disfraces. La cita estuvo amenizada por la charanga Gurugú. Ya por la tarde se ofreció un concierto de música clásica en la plaza de San Lorenzo a cargo de la Banda Sinfónica Tierra de Segovia (BTS), dirigida por Pablo Valverde. Le siguió la última función de la obra de teatro ‘Las bicicletas son para el verano’, de Fernando Fernán Gómez, dirigido por Sergio Mínguez, en la sala Julio Michel, y que ha estado en escena desde el pasado viernes.
Por último, en la iglesia de San Nicolás, el Taller Municipal de Teatro interpretó la obra ‘Las manos’, de José Ramón Fernández, Yolanda Pallín y Javier G. Yagüe; en la versión y dirección de Sergio Artero.
El programa del domingo se completaba ayer con el concierto musical a cargo del grupo Camela en el barrio de Nueva Segovia, dentro de la Plaza Tirso de Molina, con entrada libre, pero aforo limitado a 10.000 personas.
