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Ricardo Fernández: “Con MUCAIN queremos tender lazos entre pueblos hermanos y desatar la galeonmanía”

por Mercedes Temboury
25 de junio de 2023
en Segovia
Ricardo Fernandez foto2

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—Es usted uno de los dirigentes de MUCAIN: Museo de la Carrera de Indias. ¿En qué consiste el proyecto?
—MUCAIN es un proyecto pionero, como pioneros fueron quienes realizaron la Carrera de Indias. Es un museo virtual en el que damos a conocer esta etapa fundamental, de más de 250 años de España e Hispanoamérica. Es una web con acceso a diferentes salas temáticas, en las que hablamos de los diferentes aspectos de esta determinante, aunque poco conocida ruta.
En cada sala hay un video conducido por un experto en el tema en sí, y una serie de artículos de apoyo que dan más información de la sala en la que estamos. Hasta ahora tenemos 14 salas que hablan de los navíos de la Carrera de Indias, del Real de a Ocho, de los pasajeros, de la mujer, del papel que jugó el papel, de la ropa, etc.
Para sacar adelante nuestro museo, hemos constituido una asociación sin ánimo de lucro que formamos tres personas.
Paralelamente tenemos tres ambiciosos proyectos en diferente estado de evolución: El primero, que estamos desarrollando junto a la empresa tecnológica segoviana Axertia, consiste en crear el museo 3D, totalmente virtual, como si fuese un video juego en el que uno está dentro del museo y va interactuando con las diferentes obras que hay en él. El segundo, es un documental sobre el Real de a Ocho, la moneda de plata española que dominó los mercados mundiales durante cerca de 300 años. El tercero es realizar una exposición itinerante sobre la mujer en la Carrera de Indias. Sin ellas, la aventura americana jamás habría sido posible.

—¿Qué era la Carrera de Indias?
—Fue la ruta comercial que unió España con la América española a través del atlántico, constituyendo la mayor operación logística de la historia y la ruta naval más prolongada, determinante y exitosa de la historia mundial.

—¿Cómo dieron forma a su proyecto? ¿Está en sus inicios?

—Todo comenzó con la novela que escribí con el mismo título: MUCAIN el museo de la Carrera de Indias. Gadea, la protagonista, es una estudiante de historia que quiere crear este museo en Cádiz.
Estando un día allí con mi familia hicimos un video mostrando la novela y diciendo que allí íbamos a levantar el museo de la Carrera de Indias. Lo subimos a Facebook y un gaditano residente en Miami, Francisco Javier Arbolí, que ahora colabora con nosotros, me respondió:

-Sabes que no te van a construir allí ese museo jamás ¿verdad? Hazlo virtual.
Hablé con Javier García, un amigo informático que ahora es la segunda de las tres personas que formamos la asociación, y se lo planteé. Me dijo que era factible, que le pasase la información y él creaba la web. Además me puso en contacto con un amigo suyo arquitecto, Constancio Jiménez, que tiene el estudio en San Lorenzo. Él creó el logo, y una recreación virtual de cómo queríamos que fuese nuestro museo, como yo lo soñé en el libro: Con la forma exterior de un galeón pero de hormigón y vidrio. Luego se integró Sonia Juárez, también de La Granja como yo, y tercera persona de la asociación. Además es la presidenta del Centro Segoviano de Madrid. Sonia es un vendaval, es el viento que impulsa nuestras velas, desde que ella entró todo va más rápido y nos da la visión empresarial de la que nosotros carecemos.
En cuanto a la segunda pregunta, aunque llevamos mucho trabajo realizado, aún “no ha empezado lo gordo”, de modo que sí, podemos decir que estamos en el inicio del proyecto.

—¿Quiénes colaboran con ustedes?
—Desde el principio, a todas las puertas que hemos llamado nos han abierto. Con nosotros colaboran doctores en historia y profesores universitarios de la talla de Carlos Martínez Shaw, Braulio Vázquez, Carmen García Pérez, los también segovianos Eduardo Juárez y Mercedes Sanz de Andrés, escritores como Daniel Arveras, recreadores históricos como Sergio Serrano, Juan Carlos Trigo y las también segovianas, Cristina Llorente y Celia Alegre, creadores 3D como Pol Renders, Óscar … y Andrés Jiménez, pintores como Carlos Parrilla y Jerry Zamora, nuestro Cámara Carlos Puerto, divulgadores como Juan Antonio Manzano, Antonio Arauz, Tathiana Pretelt, Guillermo Nicieza, numismáticos como el conocido Glenn Murray, ingenieros como Marino Ayala, la fundación Nao Victoria, el Tercio de Olivares, la empresa de camisetas históricas Legado Hispánico, la Asociación Cultural Héroes de Cavite, Gonzalo Rodríguez que nos está allanando muchos caminos, la susodicha empresa segoviana Axertia, con Juan Sonlleva a la cabeza y desde luego, mi mujer Lorena y mis hijos Rodrigo y Beltrán, colaboradores “en la sombra”, que con su ilusión y también paciencia conmigo, hacen que todo esto sea posible.

TODOS

—¿Qué objetivos tienen?
—Queremos ser el museo de referencia de la historia común con Hispanoamérica. Queremos ayudar a retender los lazos entre pueblos hermanos, Filipinas incluido, y desatar la “galeonmanía”: Si un niño es capaz de saber y diferenciar qué es un Tiranosaurio o un Pterodáctilo… ¿Por qué no va a hacer lo mismo con el galeón Roncesvalles, el navío San Juan Nepomuceno o la nao Victoria?

—¿Están sólo en el ciberespacio?
—Por el momento sí. Pero solo por el momento.

—¿Les gustaría poder tener un museo con un lugar físico o una sala o apartado en el algún museo existente?
—Sin duda. Nos encantaría ser un museo “multisede” con uno de nuestros museos o al menos un centro de interpretación, en cada uno de los puertos fundamentales que recorría la Carrera de indias: Sevilla, Sanlúcar, Cádiz, Tenerife, Santo Domingo, San Juan de Puerto Rico, Cartagena de Indias, Portobelo, Veracruz y La Habana. Habría que incluir Acapulco y Manila por lo tocante al Galeón de Manila, el “pie en Asia de la Carrera de Indias”. Y ya rizando el rizo, una sede en Ciudad de México, verdadero corazón del comercio de la época y en Lima, la opulenta capital del reino del Perú.

—¿Tienen relación con el Museo Naval en Madrid o con algún Museo del ejército?
—Con el Museo Naval de Madrid en sí no, pero sí con el Instituto de Historia y Cultura Naval al cual pertenece. Ellos nos han ayudado y apoyado desde el principio, desde que estaba escribiendo la novela. Nos han facilitado grabar en el Museo Naval y nos siguen ayudando con contactos para nuestras salas.

—¿Han participado en el documental de RTVE “La Flota de Indias”?
—No, pero tenemos relación con su director Antonio Pérez Molero. De hecho, hace unas semanas hablamos con ellos y estamos viendo el modo en que podamos ayudarnos mutuamente.

—¿Y en el libro de Enrique Martínez Ruiz “Las Flotas de Indias”?

—El libro de don Enrique es una joya. Es un gran experto en el tema. Sería presuntuoso por nuestra parte participar con él. Más bien al revés. Él precisamente es uno de los contactos que nos facilitó el Instituto de Historia y cultura Naval y en cuanto le sea posible, realizaremos la sala de la Carrera de Indias en piedra, en la que daremos a conocer todo el cordón de impresionantes fortificaciones con las que la monarquía hispánica protegía los puertos de la Carrera de Indias.

—¿Tienen colaboradores o integrantes hispanoamericanos?
—Sí. Nuestro proyecto no se entiende ni se justifica si no se hace desde las dos orillas que fueron unidas por la Carrera de Indias. Como todos los proyectos, uno empieza por lo que tiene más cerca, de hecho “el núcleo duro” de MUCAIN somos segovianos, luego hemos ido contando con gente de toda España, Sevilla, Madrid, Santander, Asturias, Barcelona, Cádiz ya tenemos colaboraciones y ayudas desde Panamá, México y Argentina.
Esto apenas ha comenzado. La participación en el futuro del mundo cultural hispano será uno de los pilares de nuestro proyecto.

Vista de la ciudad de Sevilla a finales del siglo XVI de Alonso Sánchez Coello.
Vista de la ciudad de Sevilla a finales del siglo XVI de Alonso Sánchez Coello.

—¿Qué opinan de la arqueología subacuática?
—Es absolutamente fundamental para comprender esta etapa de nuestra historia común. Hablamos de cerca de 250 años de los cuales, la inmensa mayoría de los españoles e hispanos, no solo no tiene mucho conocimiento, sino que el poco que se tiene es para menospreciarnos. También queremos cambiar eso. Este mes de junio estaremos a bordo del barco de la Universidad de Cádiz, para vivir con ellos una jornada de arqueología submarina, lo que será la base de nuestra nueva sala dedicada a los pecios. La excavación arqueológica de los pecios existentes es fundamental para dar a conocer esta etapa. Cuando se encuentra una de estas maravillas, el impacto mediático es enorme.
Recordemos lo que pasó cuando Odissey saqueó la Mercedes, durante semanas, meses, había titulares en los periódicos, en las noticias. Lo mismo cuando se encontró el San José frente a las costas de Colombia.

—¿Y de los muchos galeones españoles que hay por “excavar”?
—Continuando con lo anterior, los pecios deben ser tratados como lo que son. En primer lugar, cementerios donde descansan los restos de miles de hispanos que deben ser honrados y respetados. En segundo lugar los pecios no deben ser tratados como la “cueva de Alí Baba”. Son sitios arqueológicos. Dicen los que saben, que hallar un galeón hundido es como hallar un maravilloso libro perdido. Si arrancas sus hojas y las vendes, sueltas, nunca más podrás leer el libro ni conocer su historia. Cada pecio tiene una historia que contar, ese es el gran tesoro que se debe buscar y rescatar.

—¿Cómo se podría financiar para que no suceda lo del Odissey y la Fragata Mercedes?
—Bajo mi punto de vista, a nivel nacional llegando a un pacto entre España y las CCAA para centralizar todos los fondos, recursos y medios en una sola institución dedicada a la protección, estudio y en caso de que sea posible, musealización de lo encontrado en los pecios. Un equipo multidisciplinar que empezase en los archivos y contase con la participasen las universidades, la Armada, el Ministerio de Cultura, y el de Hacienda.
Esa institución sería la voz de nuestro país en el contexto internacional y prestaría sus medios y profesionales para explorar los diversos pecios españoles repartidos por todo el mundo.

—Háblenos de sus novelas u obras sobre Segovia.
—Mi primera novela, fue El Hijo del Herrador. Comienza con el asedio que vivió Segovia durante la minoría de edad del gran Alfonso VIII. En la novela, Segovia tiene un papel fundamental y su protagonista, Diego, es un herrador segoviano que vive desde el desastre de Alarcos en 1195 en que Castilla estuvo al borde de desaparecer de la historia, hasta la increíble, mítica y trascendental victoria de las Navas de Tolosa. Una de las batallas que cambió el curso de la historia. En esta novela el protagonista acompaña al famoso Rodrigo Ximénez de Rada por las embajadas que realizó a Aragón, Navarra y al-Andalus. Allí se enamora de la mujer de su vida, una vida que no puede vivir junto a ella. Realiza el incipiente Camino de Santiago en pleno siglo XIII y finalmente se cubre de gloria en las Navas. No es “espoiler” todo el mundo sabe cómo acabó aquella batalla. Vamos por la cuarta edición de esta novela que increíblemente para mí, fue seis meses número uno en novela histórica en amazon. Sin el apoyo de mi madre, este libro nunca habría salido de mi ordenador.
Después llegó Lágrimas por Qurtuba. En ella narro la continuación histórica de la batalla de las Navas de Tolosa. Comienza donde acaba la primera, con los ejércitos almohades en plena retirada y lo cuento desde el punto de vista musulmán. Esta novela fue todo un reto, pues aunque estuvieron casi 700 años en parte de la península, es un mundo muy diferente al nuestro. Esta novela tuvo una enorme pero maravillosa labor de documentación. Para mí solo hay una cosa mejor que escribir una novela: buscar la documentación, las historias te atrapan, el tiempo desaparece y tu imaginación vuela llevando luego a la pluma lo que has soñado. Es magia.
El tercer libro fue Segovia para Curiosos. Mi amigo Pepe, de la librería Entre Libros, me llama un día y me dice: -Tus dos libros se venden muy bien, pero la gente ya los conoce, me tienes que escribir uno. Yo te lo publico. -Decir aquí que todos mis libros son autoeditados. Fue un reto más, no sabía sobre qué escribir, tras darle muchas vueltas, se me ocurrió hacer como unas “mini- novelas históricas” sobre lugares y personajes importantes con datos y hechos poco conocidos de Segovia. Soy un apasionado del románico, que en Segovia está sin explotar, es como tener un ferrari en un garaje. Así, escribí sobre la iglesia de San Millán, la de San Martín, la de San Justo y Pastor, también sobre la sala del cordón del Alcázar, sobre Pedrarias Dávila, la plaza del Conde Cheste, la rebelión de los Comuneros en Segovia, finalizando con nuestros peculiares tejados segovianos. Todo un éxito, vamos ya por la tercera edición.
Finalmente un nuevo reto. La vida sin retos es sosa: Escribir desde el modo de pensar de una mujer: Gadea la estudiante de historia que creó el MUCAIN. Aquí conté con la indispensable ayuda de mi mujer, Lorena y de mi madre que con sus correcciones e ideas refuerzan ese lado femenino de la protagonista.

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