Cuando Javier Carretero se puso al frente de la Asociación Provincial de Industrias de la Construcción (APIC), el pasado 18 de junio, anunció que una de sus grandes prioridades iba a ser la lucha contra el intrusismo empresarial que ha crecido de forma destacada en la provincia en reformas y obras pequeñas. No ha tardado en cumplir su palabra e iniciar la cruzada contra la competencia desleal e ilegal. Durante el mes de julio, la APIC ha presentado ante la Inspección de Trabajo de la Junta diez denuncias sobre obras “en las que tenemos indicios y sospechamos que hay intrusismo”, según señaló ayer Javier Carretero destacando que desde el año 2001 no entraba en Trabajo ninguna denuncia similar y toda la vigilancia recaía en las acciones de oficio que hacía la Administración.
También a las instituciones, la directiva de la agrupación está pidiendo que estrechen el control para frenar el trabajo ilegal y la economía sumergida que afecta actualmente a los constructores en obras menores y de reforma.
El tema está siendo abordado en la ronda de entrevistas que Javier Carretero está manteniendo con los representantes institucionales y ayer fue tratado en la reunión que mantuvo con la subdelegada del Gobierno, María Teresa Rodrigo Rojo, quien, según fuentes de la APIC, animó a la patronal a denunciar las irregularidades que detecten.
Javier Carretero expuso la preocupación del sector por la proliferación en la capital y en la provincia de pequeñas obras, las conocidas “chapuzas”, que son ejecutadas por “gente que no se dedica a esto, no tiene documentos, no paga impuestos, tiene a trabajadores sin contratar…”. La crisis, que de forma asfixiante está atacando a la construcción hace que los trabajos de reparación sean esenciales para los empresarios y busquen proteger esta actividad de ataques ajenos. “Las grúas están desapareciendo en Segovia porque no hay grandes obras ni nueva construcción, —ha indicado el presidente de APIC— y todo lo que son trabajos en tejados y fachadas y obras de rehabilitación de viviendas ha cobrado una gran relevancia”. Según datos de la agrupación de industriales de la construcción reformas y obras pequeñas acaparan más del 80 por ciento de la actividad del sector y el 90 por ciento de las empresas se dedica ahora a estos trabajos. Hay que recordar que la APIC cuenta con unos 600 asociados de empresas que suman 3.000 trabajadores.
Por otro lado, está previsto que en la primera quincena del mes de agosto la APIC y el Ayuntamiento de Segovia cierren un acuerdo de colaboración que permita agilizar las licencias municipales de obras. La propuesta fue comentada en la reunión que hace dos semanas mantuvo la nueva directiva con el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes. Hoy la ronda de entrevistas continúa con el director de Caja Segovia, Miguel Ángel Sánchez Plaza, a quien los constructores pedirán vías de financiación ventajosas para las operaciones que realicen los empresarios asociados.
