Al menos 43 civiles, incluidos tres niños, fallecieron como consecuencia del bombardeo con barriles explosivos por parte de helicópteros militares sirios sobre la localidad de Al Bab, en la región de Alepo, según informó el balance del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Decenas de personas más resultaron heridos por las bombas lanzadas el fin de semana por fuerzas leales al régimen del presidente Bashar al Assad, según el Observatorio, una organización con sede en Londres pero con una amplia red de informantes dentro del territorio sirio.
El Observatorio alerta de que la cifra final de fallecidos podría aumentar, ya que muchos de los heridos están en condición crítica. Además, denuncia que en la zona bombardeada no había milicianos de Estado Islámico.
De hecho, algunas de las bombas cayeron en zonas bajo control del Gobierno del barrio de Al Jaldiyé de la ciudad de Alepo y mataron al menos a dos personas.
Durante la noche del sábado se produjeron intensos combates en Alepo, la más poblada del país, en particular en la Ciudadela de Alepo, en el casco histórico. Una potente explosión causó importantes daños a la muralla de la ciudadela, que en su mayoría data de la alta Edad Media.
Por otra parte, el Observatorio informó de que dos hombres fueron azotados públicamente en una plaza de la ciudad de Deir al Zor y ante decenas de vecinos por milicianos de Estado Islámico, acusados de “fomentar el uso de las drogas” entre la población.