La selección española no pudo ayer revivir sus mejores sensaciones en el retorno al Soccer City de Johannesburgo, donde se proclamó campeona del mundo en 2010, y perdió (1-0), dejando una pobre imagen ante una Sudáfrica que puso más tensión e hizo más merecimientos, incluso, para haber ganado con más holgura.
El combinado nacional fue una sombra de lo que suele ser, pese a contar en su once inicial con 10 jugadores que levantaron la copa Jules Rimet aquel histórico 11 de julio de 2010, y volvió a mostrar la imagen de aquellos amistosos que disputó tras bordarse la estrella en la camiseta, algunos de ellos con rivales de mucho mayor entidad, como Argentina o Portugal.
La ‘roja’ arrancó el emotivo encuentro con cierto ímpetu y haciéndose con el balón, pero esto apenas le duró y Khune no vivió excesivos apuros en los primeros compases, con su defensa dejando una y otra vez en fuera de juego a los delanteros visitantes.
Además, con el paso de los minutos, los ‘Bafana Bafana’, bien pertrechados atrás y sin dejar huecos, se fueron soltando, sobre todo gracias a la velocidad de Manyisa y Parker, que fueron los que más lo intentaron ante la zaga de la campeona del mundo, que aguantó con firmeza las acometidas locales, tan llenas de ganas como de inocencia.
Con todo, las mejores ocasiones fueron para los de Gordon Igesund. Un disparo de Manyisa, que tras golpear en Ramos estuvo cerca de acabar el gol, otro a renglón seguido de Parker, que repelió Casillas, y una en el tramo final del primer acto por medio de un cabezazo de Khumalo.
El equipo de Vicente del Bosque no asustó ‘tanto’. Enredado en el fuera de juego local, que desactivó a Villa y Pedro, y sin que Llorente pudiese hacer daño, no encontraron soluciones y su único bagaje positivo fue un lanzamiento lejano de falta de Xabi Alonso, un remate de Llorente y un pase del tolosarra a Pedro, abortado por la rápida salida de Khune.
Los locales SE ‘CRECEN’
La segunda parte no trajo ninguna mejoría, pese a los cambios introducidos por Del Bosque, que metió a Negredo por el riojano, en busca de que el del City ayudase con su buen estado de forma. Sin embargo, el camino hacia la portería seguía ‘cerrado’.
Rantie se plantó solo ante Valdés, pero envió la pelota por encima del larguero en un atisbo de lo que fueron a ser los segundos 45 minutos. Los africanos se ‘crecieron’ y, poco después, encontraron su premio con el gol de Parker, que definió son habilidad sobre la salida del meta azulgrana.
A partir de ahí, la campeona del mundo buscó en el banquillo lo que no había encontrado hasta entonces en el césped, pero el combinado local ya se había creído que podría derrotar a la número uno del ‘ranking’ mundial y continuó siendo una amenaza.
Además, como una muestra de que no era la mejor noche de los españoles, se lesionó Valdés, una posible rotura de gemelo, con los seis cambios pactados realizados. Arbeloa se enfundó la camiseta de arquero, pero finalmente pudo salir Reina, pese la disconformidad de Igesund, que se encaró con el nacional español.
El portero del Nápoles salvó que el marcador aumentase en su contra y España ni siquiera tiró de épica para intentar igualar, pero aún así, Khune metió una mano vital en el descuento a Albiol para desatar la alegría en el Soccer City, no con destino hacia el bando patrio en esta ocasión.
