El retorno de pleno derecho del Viveros Herol Nava a la Liga Plenitude Asobal ha llenado de alegría a la afición del conjunto navero, que ya se imagina recibiendo a los grandes conjuntos de España, y viajando de nuevo con el equipo a las canchas míticas del balonmano nacional. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce en la Liga Plenitude Asobal, que incluso corre el riesgo serio y firme de no comenzar a competir, tal y como avanzó el Diario de León el pasado jueves, y confirmó la propia Asociación de Clubes en un comunicado que sacó a la luz en la jornada del viernes.
Durante la temporada en la que el Viveros Herol Nava trabajó duro sobre la pista para conseguir el ascenso, la Liga Asobal se esforzó en conseguir su objetivo de conseguir la condición de Liga Profesional por parte del Consejo Superior de Deportes, algo que consiguió el 7 de julio de 2022 a través de la Comisión Directiva del CSD, para de esta manera dejar a un lado a la Federación con la que siguen sin comulgar en absoluto, y que fueran los clubes los organizadores de la competición en la División de Honor, al estilo de lo que hace la Liga de Fútbol Profesional o la Asociación de Clubes de Baloncesto.
La marcha del CSD de José Manuel Franco ha paralizado la aprobación definitiva de los estatutos de la Asobal
Sin embargo, los estatutos de la Asobal como Liga Profesional todavía no están aprobados de manera definitiva por el CSD, y los clubes se han tenido que inscribir en la competición que organiza la Federación para evitar problemas posteriores, aunque siempre con la vista puesta en que esos estatutos puedan ser aprobados y ya puedan plantearse la organización de la competición.
Pero la marcha de la presidencia del Consejo Superior de Deportes de José Manuel Franco lo ha paralizado todo, y la Asobal no puede permitirse perder más tiempo, porque si pasado el 30 de junio no hay respuesta por parte del CSD peligra el contrato televisivo de la próxima temporada, y por lógica la relación que tiene firmada con Plenitude, su patrocinador principal.
COMUNICADO DE LA ASOBAL
Por ello la Asobal lanzó un comunicado el pasado viernes en el que pidió amparo al CSD “para desencallar la actual situación de inseguridad que atraviesa la máxima categoría del balonmano masculino español y que pasa por la ratificación de su condición de Liga Profesional acordada el 7 de julio de 2022 por la Comisión Directiva del CSD.
La falta de una resolución expresa en el ámbito administrativo, de mantenerse más allá del 30 de junio, imposibilita la entrada en vigor del nuevo contrato televisivo de la Liga Plenitude Asobal 2023/2024 y repercute negativamente en la vinculación de la Asociación con su patrocinador principal, además de congelar el convenio colectivo pactado con la Asociación de Jugadores de Balonmano y el resto de los activos de la competición doméstica, poniendo en peligro la disputa de la próxima temporada”.
La cuestión no es baladí, porque hay más de trescientos jugadores, más un centenar de técnicos, que se quedarían en paro si la competición en la máxima categoría del balonmano nacional no diera comienzo porque los clubes llegaran hasta el final con su postura. La guerra entre la Asobal y la Federación cumple así un capítulo más, y aunque el CSD puede terminar con ella, de momento el nuevo presidente del Consejo, Víctor Francos, no quiere tomar partido y apuesta por “el diálogo porque el deporte debe ser más concordia que discrepancia”. Tiempo hay para enmendar el conflicto… pero no demasiado.
