La artista María Jesús Velasco Martín invita con su exposición ‘Algo diferente, a mi manera’, en la Casa Joven hasta el día 28 de este mes de junio, a disfrutar de colores llamativos que dominan sus cuadros y a reflexionar sobre su particular visión de rostros, paisajes y otros elementos que despiertan su inspiración.
Es la cuarta exposición de esta autora y en ella quiere dar a conocer parte de un trabajo de más de 22 años en la pintura: 30 obras entre paisajes, marinas y rostros. Ha expuesto sus cuadros en el Ayuntamiento de Espirdo, en el bar-galería Santana, en el restaurante San Marcos y el restaurante Alcázar de Zamarramala.
Confiesa que en su casa posee más de 80 cuadros y que podría tener muchos más, ya que multitud de sus creaciones durante estas más de dos décadas las ha ido vendiendo o regalando a amigos.
María Jesús es auxiliar de Enfermería y su trabajo en un centro sanitario le ofreció la posibilidad de conocer a una profesora que impartía clases de óleo.
En 2001 decidió asistir a alguna de sus clases y enseguida comenzó a progresar con esta técnica, aunque explica que lo que más le costaba era realizar el boceto de lo que quería mostrar.
Desde ese momento se ha convertido en uno de sus principales hobbies, y a él dedica muchas horas al día.
Se confiesa una artista autodidacta e inquieta porque no posee formación artística específica, más allá de alguna clase de dibujo y pintura. Para sus creaciones busca inspir o imágenes que fotografía ella misma y a las que acaba dando su sello personal
Entre sus referentes artísticos se encuentran Sorolla, Van Gogh, Picasso, Dalí y Monet.
Cuando pinta, no buscar explicar el porqué de la obra sino dejar que sea el pincel y los pigmentos los que logren trasmitir qué está sintiendo en ese momento.
En su colección, abundan rostros de mujeres pero también paisajes marinos, así como otras muchas temáticas.
Antes de iniciar un nuevo lienzo, como artista intenta encontrar colores vistosos y sensaciones que la inspiren, para adentrarse en la tarea de crear.
El óleo le permite sacar los matices de los colores, ya que esta técnica, muy utilizada a lo largo de la historia, mezcla los pigmentos con aceites aglutinantes dando fluidez y movimiento a las obras.
Por su consistencia, ofrece una amplia paleta de colores, obtenidos a partir de la mezcla de las bases.
La principal diferencia, con respecto al acrílico, es el tiempo de secado, mucho mayor en los óleos, lo que hace que el proceso de creación sea más pausado y permita la rectificación en el caso de ser necesaria.
El acabado, es más brillante y las obras se conservan muy bien a lo largo del tiempo.
La exposición podrá visitarse en el horario habitual de Casa Joven hasta el 28 de junio.
