El Patronato de la fortaleza segoviana celebró este lunes el XXXIX Día del Alcázar, que se instituyó para reconocer el trabajo de aquellos que cuidan este emblemático monumento. El general presidente del Patronato del Alcázar, Ignacio Ojeda González-Posada, citó al Maestro Mayor, José Miguel Merino de Cáceres, arquitecto conservador, con 50 años y muchas vigilias al servicio del Alcázar. El acto institucional, al que acudieron las principales autoridades locales y provinciales, fue en la sala de Reyes.
Se realizó la tradicional entrega de condecoraciones, primero al expresidente del Patronato del Alcázar de Segovia, Silvela Díaz-Criado, y al exalcaide del Patronato, Alejandro Serrano Martínez, que recibieron la Medalla del Alcázar en su categoría de Plata. Por su parte, el maestro mayor y patrono emérito, José Miguel Merino de Cáceres, con 50 años de servicio del Patronato, recibió un azulejo de la sala de Reyes, una de sus primeras y más importantes restauraciones en el Alcázar, como homenaje a su trayectoria.
El coronel alcaide del Alcázar, Rafael de Felipe Barahona, informó de la lectura de la Memoria de Actividades del Patronato, con el dato de 554.969 personas que visitaron el monumento en 2022 y que las visitas en el mes de abril de 2023 superaron los 80.000 visitantes.
Uno de los objetivos principales del Patronato del Alcázar, explicó el alcaide, es la mejora en la calidad del servicio que se presta a los visitantes. En este sentido, el uso de las nuevas tecnologías, concretamente la expedición de entradas a través de la plataforma digital, se consolidó durante 2022. Actualmente, la venta de entradas a través de la plataforma alcanza el 50 por ciento y es previsible que estos canales de comercialización sigan creciendo a corto plazo.
Otra de las responsabilidades del Patronato del Alcázar, continuó De Felipe, es la de velar por la salvaguarda del monumento y de los fondos artísticos e históricos que alberga. El Patronato también acometió y finalizó las obras de adecuación de un espacio en la bajocubierta de la fortaleza, cuyo uso está destinado al depósito de obras de arte, concretamente a obra pictórica.
En cuanto a la seguridad del edificio, este año se han instalado 14 cámaras térmicas, que permiten reducir el tiempo de reacción de los vigilantes en caso de incendio, optimizándose la gestión de la emergencia. Además, se está elaborando un proyecto para incrementar la seguridad del edificio, mediante la instalación de una salida de emergencia en el área norte de la fortaleza.
La atención del Patronato no solo se centró en la conservación del patrimonio inmueble. El Alcázar, a través de su taller de restauración, realizó un buen número de intervenciones sobre bienes muebles, en su mayor parte obra pictórica de fondos propios, entre la que destaca la Crucifixión y una Santa Bárbara que se encuentran en la capilla. También colaboró con el Santuario de Nuestra Señora de la Fuencisla, la parroquia de la Santísima Trinidad y la Academia de Artillería.
Después de la lectura de la memoria anual, José Carlos de la Fuente Chacón fue el encargado de pronunciar la conferencia ‘Maestros en los castros del Eresma: un noble, un jesuita y un artillero’.
