Volvemos a Julio César: “La suerte está echada”. Y lo que ahora se precisa es que la tengan los “nuevos” y que después de 24 años, que esta ciudad comience a moverse pasado el tan largo “rodillo” de tres alcaldes (1 y 2) del mismo “color”.
No soy quién para dar consejos, ni debo –que ni siquiera sé que se leerían- pero sí como ciudadano creo que cumplidor de sus deberes como tal –incluso pagando el IBI de dudosa aplicación y de reiterada negativa en las reclamaciones- puedo dar mi opinión.
Segovia necesita con toda urgencia una reactivación, quizá empezando con la lamentable Concejalía de Urbanismo, paralizada desde tiempo “inmemorial” con perjuicio para cientos de asuntos pendientes, con el lógico malestar de ciudadanos en general y profesionales de la construcción en particular; incluso pensando en ubicar su emplazamiento en lugar más céntrico y no obligando a desplazamientos que también llevan consigo la pérdida de mucho tiempo.
De momento hay que dejarse de nuevos faraónicos proyectos y preparar con urgencia una lista de los muchos asuntos pendientes y ver la forma de empezar por los más necesitados de solución para “hincar en ellos el diente” lo antes posible. Todo ello con paciencia, pero SIN PAUSA. Solicitar rápidamente las ayudas estatales y comunitarias y otras de distintos signo que pudieran conseguirse, solicitando sin orgullo y con deseo de acoger de inmediato todas las ofertas de colaboración que pudieran presentarse, contando, claro está, con las de la oposición.
En cuanto se vean las primeras luces positivas, es seguro que los ciudadanos despertaremos y apoyaremos enseguida.
Con el símil evangelista “La mies es mucha y los obreros pocos”, podemos recomendar a los nuevos concejales que no deben asustarse, pues además de los 25 que son, detrás están los colaboradores municipales directos y los voluntarios con los que se pueda ir contando en lo sucesivo, que seguro siempre habrá.
El peso que cae sobre el nuevo alcalde es grande, pero tendrá que trabajar de firme y hará que los demás trabajen también con todo entusiasmo y energía.
Confío en todo el apoyo posible de los medios de comunicación de cualquier estilo, sin partidismos ni recelos y pensando en que Segovia necesita su ayuda para que pueda salir cuanto antes del pasotismo y pobre situación en que se encuentra.
Ahora llega el momento de las alegrías y de las penas y lamentaciones. Pero lo cierto es que no ha habido “ningún dedazo” para señalar a uno u otra, sino la voluntad de muchos segovianos que democráticamente han querido elegir a un político acudiendo a las correspondientes sedes electorales para depositar su voto en las urnas, previa la correspondiente acreditación personal.
Ahora…a trabajar todos, TODOS, porque esa es la obligación de los concejales que van a ocupar sus correspondientes puestos en la recogida y apretada sala municipal de sesiones. Y es que los segovianos vamos a seguir con atención su interés por la ciudad.
Y el del nuevo Gobierno de España, si le hay el 23 de julio próximo, fecha designada con toda urgencia por el Sr. Sánchez para elecciones generales anticipadas casi siete meses, ante el tremendo fracaso nacional del PSOE en las municipales y comunitarias del 28 de mayo.
Por cierto, quien debe tener la iniciativa para convocar consultas es el nuevo alcalde, y no al revés.
