Diego Torres juega al todo o nada y ayer quiso emular al meteorito de Cheliabinsk, que el pasado viernes, con sus 500 kilotones, sembró el pánico en los Urales rusos. Otra cuestión es si los múltiples fragmentos de sus bombas en forma de correos electrónicos están o no fuera de contexto. El exsocio del Duque de Palma manifestó ante el juez José Castro que el marido de la Infanta Cristina solía «consultar» con su mujer las actividades que se llevaban a cabo a través del Instituto Nóos y que, por tanto, ella estaba al corriente de las mismas.
Así, el antiguo profesor de Esade manifestó que cuando había alguna propuesta o asunto a impulsar, el exbalonmanista le decía que pediría consejo a su cónyuge. Fue en este punto en el que el sindicato Manos Limpias volvió a pedir que se imputara a la hija del Rey.
Resulta cuanto menos sospechoso que, habiéndose negado a prestar testimonio ante el togado el 11 de mayo del pasado año «por la presión mediática», y tras dedicarse a lanzar bombitas en forma de mails durante meses, además de amenazas a la Casa Real, este sujeto disparara a diestro y siniestro durante siete largas horas, mostrando un lote de correos que, a su juicio, son comprometedores, pero que los investigadores tendrán que ver si se sacan fuera de contexto o no.
Sin embargo, ante las afirmaciones efectuadas por Torres, el abogado de Urdangarín, Mario Pascual Vives, se mostró «convencido» de que la mujer del Duque «no será imputada». Cabe recordar que la Audiencia Provincial de Baleares ya rechazó la petición de que fuera procesada.
Tras atacar a Doña Cristina, Torres quiso apuntar más alto y denunció que Urdangarín y él mismo negociaron en el Palacio de la Zarzuela la celebración del foro deportivo Valencia Summit, algo que calificó rotundamente como «falso» el expresidente de la Generalitat Francisco Camps, ya que el menorquín detalló que tanto éste como la alcaldesa de la Ciudad del Turia, Rita Barberá, habían comido con el Monarca en 2004, que les invitó a que hablaran con su yerno.
El testimonio del antiguo dirigente popular resulta decisivo, ya que desactivaría una de las bombas de Torres, que insistió en que Don Juan Carlos conocía de primera mano los negocios de Urdangarín, algo que choca frontalmente con la actitud que, en todo momento, tuvo la Casa Real, ya que el Monarca afeó a su yerno en varias ocasiones, le prohibió seguir en el Instituto en 2006, y hasta le obligó a trasladarse a Estados Unidos con su familia para alejarle de las malas influencias.
También aseguró el exsocio del exdeportista, amén de que el abogado de su exsocio le había ofrecido «dinero y trabajo» si se autoinculpaba, que el marido de la Infanta pidió a la princesa Corinna entrar en su fundación por recomendación del jefe del Estado. Y es entonces cuando suministra una serie de correos en los que, con tono distendido, tanto la noble alemana como el Duque de Palma y sus asesores, hacen comentarios sobre la organización y el posterior éxito del encuentro en Valencia organizado por Nóos y del que sacó cuantiosos ingresos. No obstante, no parece que la Corona haya quedado en tela de juicio, pues simplemente se subraya la buena onda entre personas que no pertenecían al círculo del Rey.
Mientras se espera a la comparecencia del próximo sábado del exdeportista y del hombre de confianza de las Infantas, Carlos García Revenga, los investigadores prevén que el asesor externo de las Infantas y Conde de Fontao, José Manuel Romero, sea llamado a declarar en el marco de estas pesquisas tras las afirmaciones arrojadas por Torres, que quizás ayer agotó toda su munición, y que podría quedarse en un parto de los montes, sin que el buen nombre de Don Juan Carlos resulte dañado.
Alberto Fabra se enfrenta a los socialistas.- El portavoz del PSPV en las Corts de la Comunidad Valenciana, Antonio Torres, aseguró ayer que las últimas informaciones conocidas en relación a la negociación del Valencia Summit tras la declaración de Diego Torres evidencian «la actuación de la Generalitat en los últimos años de derroche, despilfarro y confusión de los intereses públicos y privados».
Así se pronunció el progresista al ser preguntado sobre las afirmaciones de Torres ante el juez José Castro, en las que manifestó que Iñaki Urdangarín y él mismo negociaron en 2004 en el Palacio de la Zarzuela la celebración del foro deportivo en una reunión en la que estuvieron presentes, según su testimonio, Camps y Barberá.
A este respecto, lamentó la «corrupción endémica» existente en la región en los últimos años, donde «se han usado recursos de todos para el propio autobombo», y destacó que al presidente autonómico, Alberto Fabra, «se le está acabando el poco oxígeno democrático que le quedaba», por lo que le instó a «ponerse las pilas» e «iniciar toda la maquinaria de la Comunidad para recuperar hasta el último euro» invertido en el Valencia Summit.
Asimismo, consideró «gravísimo» que la Generalitat no se haya personado en el caso «hasta hace muy poco» y «y cuando el juez la ha forzado prácticamente».
También indicó que su grupo pedirá la comparecencia en las Corts del vicepresidente, José Císcar, para que explique los detalles de la personación y todas las actuaciones encaminadas a recuperar el dinero público.
Por su parte, el diputado de EUPV en las Cortes valencianas Ignacio Blanco anunció ayer que su grupo solicitará mañana la comparecencia del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en la Cámara autonómica.
