Los dos centenares de vecinos de Fuente el Olmo, y efectivos de la Guardia Civil, buscan desde el pasado martes a Teófila Lobo, una anciana de 87 años.
Sus familiares denunciaron la desaparición el lunes por la tarde en el cuartel de la Guardia Civil de Fuentesaúco una vez que comenzaron a echarla de menos por la mañana.
Al parecer salió de su domicilio, en la calle del Rinconcillo, donde reside con una de sus hijas. El martes por la tarde comenzaron la búsqueda por los alrededores del pueblo los vecinos con agentes de la Guardia Civil. Al día siguiente se sumaron dos equipos especializados con perros de rastreo: uno desplazado desde Zamora, donde se encuentra el Equipo Cinológico de la región, y el del Ereim con sede en Riaza. También rastreó la zona un helicóptero y varias patrullas de a pie. Fue el día en el que se desplegó el mayor dispositivo en medios humanos, pero también el más complicado en las tareas de búsqueda, dada la nevada que cayó ese día y que cubrió de blanco por completo el campo.
Ayer jueves prosiguieron las labores con los dos perros desplazados desde Zamora. Zury y Deva, los dos Border Collie de dos años, con sus guías, volvieron a peinar la zona durante toda la mañana, por campo abierto, zona de pinares y monte, pero sin resultado positivo.
Teófila Lobo, natural de Carrascal del Río, vivía en Fuente el Olmo desde que se casó. Estaba viuda y vivía con una de sus tres hijas, la menor. Han sido los descendientes quienes han promovido y organizado las tareas de búsqueda. David Pérez, empleado de la Diputación provincial, ha contado con el apoyo de compañeros de trabajo.
En ese momento vestía una bata de color azul marino, pañuelo, y llevaba un bastón. Su edad y su capacidad física hacen pensar en que no podía haber caminado mucho tiempo. Pero al no ser localizada en las inmediaciones del pueblo, tampoco descartan que pueda haber subido a algún turismo que la haya acercado a alguno de los pueblos próximos.
«No puede estar lejos porque tiene dificultad de movimiento», señala un pariente, a la vez que reconocían que tampoco pueden descartar otras posibilidades más remotas.
Una de las zonas donde se ha centrado el operativo de búsqueda ha sido en la zona oeste del pueblo, en dirección a Torrecilla del Pinar, donde reside la hija mayor, Maria del Carmen, y por donde algunos posibles testigos dijeron haberla visto por última vez.
Por ello desde el Ayuntamiento, su alcalde, Eulogio Martín Arranz, se ha puesto en contacto con otros regidores de la zona, «para que a través de bandos avisen a sus vecinos del suceso y puedan colaborar en la localización de la anciana».
El alcalde volvió ayer a preparar ganchos para centrar la búsqueda vespertina en los pozos que se emplean para el riego agrícola. Con él trabajaron varios vecinos del pueblo. En este sentido, el regidor agradeció «la inestimable colaboración de los vecinos, y de la Guardia Civil, que ha desplazado numerosos efectivos», señaló.
Aunque los resultados de ayer finalizaron de forma infructuosa, ni desde la familia ni desde el Ayuntamiento piensan en cejar en su empeño «hasta que demos con ella», decían sin reconocer abiertamente que con el paso del tiempo se reducen las posibilidades de encontrar el cuerpo sin vida, especialmente tras las bajas temperaturas registradas el martes y el miércoles, con nevada incluida.
«Una de las principales dificultades es no tener datos fiables de la ruta que tomó la anciana», aseguraba ayer uno de los guías caninos que han participado en el rastreo en estos días.
Si no hay novedad en las próximas horas, se aprovechará la llegada de más gente el próximo fin de semana para organizar nuevas batidas por toda la zona.