El Servicio de Seguridad Federal ruso (FSB) confirmó ayer que la explosión de una bomba en el interior de la aeronave fue la causa de la caída de un avión Airbus A-321 de una compañía rusa cuando sobrevolaba la península del Sinaí, en Egipto, el pasado 31 de octubre. “Se puede decir sin ningún tipo de ambigüedad que esto es un acto terrorista”, aseguró el director del FSB, Alexander Bortnikov, que explicó que se han hallado restos de explosivos de fabricación extranjera en los restos del aparato de la aerolínea rusa Kogalymavia y en las pertenencias de los pasajeros.
“De acuerdo con las estimaciones de nuestros especialistas, un artefacto de fabricación casera con una potencia de hasta un kilo de equivalente a TNT estalló a bordo del aparato, debido a lo cual el avión se rompió en el aire y esto explica la dispersión del fuselaje en un amplio radio”, añadió en este caso.
El FSB ya está trabajando para identificar a los responsables del atentado y pidió ayuda a nivel internacional para localizarles. En este sentido, el FSB ofreció una recompensa de 50 millones de dólares por información que permita la detención de los autores. Por su parte, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, prometió que se hará todo lo necesario para encontrar a los responsables de este ataque terrorista y aseguró que todo el peso de la ley caerá sobre sus hombros.
“No es la primera vez que Rusia se enfrenta a crímenes terroristas bárbaros, en buena medida sin causas aparentes, externas o domésticas, como fue el caso con el atentado en la estación de tren de Volgograd a finales de 2013. No hemos olvidado nada y a nadie”, aseveró en declaraciones a última hora del lunes antes de que se conociera el resultado de la investigación en este sentido.
“El asesinato de nuestros nacionales en el Sinaí figura entre los crímenes más sangrientos por el número de víctimas”, subrayó, asegurando que “esto se quedará con nosotros para siempre” pero “no nos impedirá encontrar y castigar a los criminales”. “Debemos hacer esto sin límites de tiempo y conocer a cada uno de ellos por nombre. Los buscaremos por todas partes, sin importar dónde se escondan. Les encontraremos en cualquier punto del globo y serán castigados”, prometió.
Por otro lado, las autoridades egipcias tienen detenidos a dos empleados del aeropuerto de Sharm el Sheij bajo la sospecha de que habrían ayudado a quienes colocaron la bomba en el interior del avión ruso siniestrado en el Sinaí, según señalaron ayer dos fuentes de seguridad. “Hay 17 personas detenidas, dos de ellas sospechosas de ayudar a quien quiera que colocó la bomba en el avión en el aeropuerto de Sharm el Sheij”, señaló una de las fuentes en este sentido.
