El doctor en psicología y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid, Guillermo Fouce, explica que con el síndrome del cuidador, «es como si se pusiesen una coraza, como si dejasen de sentir», consecuencia de una despersonalización, que a lo largo del tiempo, disminuye la eficacia del trabajo .
Esta enfermedad es la que podría padecer la cuidadora de los tres niños fallecidos que padecían un gran grado de movilidad reducida. Así, según Fouce, «entre las principales causas de la aparición de este síndrome se encuentra el estrés manifestado en problemas psicosomáticos, pensamientos invasivos o dificultad de dormir entre otros».
Además, el experto ha explicado que este síndrome produce agotamiento y un deterioro físico y mental de la salud, «como un vaso que se va llenando de gotas, en donde llega un punto en el que éste rebosa».
Por su parte, la psicóloga clínica experta en gerontología y dependencia, Dolores Ortiz, ha explicado que las causas de la aparición de esta enfermedad residen en que «los cuidadores profesionales tienen una situación de estrés y que muchos de ellos no tienen esa facultad de cuidar».
Así, la experta cree que «tanto cuidadores profesionales como no profesionales deberían de ser conscientes de cual es su capacidad para cuidar durante un tiempo prolongado a otras».
Asimismo, el psiquiatra vallisoletano Blas Bombín ha mostrado sus dudas respecto de que el suceso pueda enmarcarse en un homicidio por compasión y, en cambio, conjetura que la tragedia podría tener su origen en el denominado ‘síndrome del quemado’ o síndrome de ‘Burnout’.
Según Bombín, la persona afectada puede llegar a sufrir «delirios y tener actitudes aparentemente redentoras y compasivas que le llevan a erigirse en justiciera».