El Ciclo de Exposiciones Fotográficas Itinerantes de la Junta de Castilla y León para este tercer trimestre, finaliza en El Espinar con una muestra de fotografías de Los Unturbe, que se podrá visitar hasta el 20 de septiembre en la primera planta del Ayuntamiento de El Espinar de 9 a 14 horas de lunes a sábado.
León, Tirso y Jesús Unturbe representan tres generaciones de la fotografía en Segovia. El primero, un cabeza de familia que llega a la ciudad a fines del s. XIX para abrir el primer estudio en la ciudad; el segundo, uno de los primeros fotógrafos genuinamente segovianos, plasmando en su obra los cambios que se producen en la provincia a lo largo de treinta años; el tercero, quien culmina el camino abierto por el abuelo y el progenitor.
En 1996, Berta Unturbe y su hijo Jesús Salmerón, hija y nieto de Jesús, depositan el archivo familiar en la Filmoteca de Castilla y León, facilitando las tareas de conservación y catalogación, así como la recuperación y contemplación de una parte importante de la memoria gráfica de Segovia. Una muestra de este archivo es lo que presentamos ahora a través del Ciclo de Exposiciones Fotográficas Itinerantes, pues siempre es una necesidad el dar a conocer el trabajo de quienes consolidaron en la provincia el arte de la fotografía, al tiempo que con sus reportajes inmortalizaron el patrimonio cultural segoviano, hoy en parte ya desaparecido.
León Unturbe y Conte (1843-1919), nacido en Palma de Mallorca, llega a Segovia en 1887, acompañado de su esposa Paz y su hijo Tirso. En 1893 aparece en la guía de industriales y comerciantes de Segovia como único fotógrafo de la ciudad. Regenta entonces un estudio en la calle de la Victoria (hoy Valdeláguila), en el que su hijo Tirso va adquiriendo oficio como laborante y retratista. León compagina este trabajo con su actividad como escritor, hasta que en 1895 se retira de la fotografía, para dedicarse a su creación literaria.
Tirso Unturbe (1866-1948), hijo de León, y casado desde 1891 con Áurea Tablada, hermana del pintor Lope Tablada, abre su propio gabinete fotográfico en 1893, en el número 8 de la calle San Juan. Sus primeros negativos originales conservados, de 1899, son quince placas de gelatino-bromuro sobre cristal, pertenecientes a un reportaje sobre el Palacio Real de La Granja.
A principios del siglo XX, Tirso traslada su estudio al número 1 de la calle Real, donde comienza la elaboración de un trabajo sistemático de catalogación de lo más representativo del arte segoviano: arquitectura, escultura, pintura, orfebrería, artes decorativas, trajes regionales y oficios. En 1917, tras la construcción de un moderno edificio en el que instala un nuevo gabinete, realiza su primer reportaje sobre soporte celulósico. Está ya acompañado por su hijo Jesús, a quien ha iniciado en la fotografía y finalmente traspasa el negocio, retirándose en 1922.
Jesús Unturbe (1895-1983) hereda de su padre el más moderno gabinete fotográfico de Segovia. Destaca por los retratos en los que emplea el desenfoque para difuminar los rasgos del modelo, los paisajes de factura clásica y los ambientes intimistas. Utiliza el retoque con fines artísticos y unas técnicas de procesado de positivos, como el bromóleo, que ofrecen un resultado final a caballo entre la fotografía y la pintura. Jesús recibe el primer premio como fotógrafo en 1928 en el Salón de Valladolid y al año siguiente, la Medalla de Bronce del Certamen Fotográfico de Madrid. En 1950 deja el estudio de la fotografía, para dedicarse a la pintura.
