Tan solo el 4,5 por ciento de los menores de edad de nacionalidad mexicana que logran pasar la frontera con Estados Unidos huyendo de la violencia en su país consiguen poder acceder a un permiso de residencia tal y como ordena la legislación estadounidense sobre inmigrantes menores de edad, según ha revelado la ONG Oficina de Washington sobre América Latina (WOLA por sus siglas en inglés), una que trabaja por la mejora de los derechos de los inmigrantes iberoamericanos en Estados Unidos.
“Unos 17.000 menores mexicanos” cruzaron la frontera con Estados Unidos a lo largo del año 2013. Sin embargo, solo unos 750 niños lograron ser trasladados a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR), tal y como ordena la Ley para la Reautorización y la Protección de las Víctimas del Tráfico (TVPRA por sus siglas en inglés), pensada para menores de edad que huyen de sus países de origen debido a la violencia.
Según la TVPRA, las autoridades del control de fronteras deben cerciorarse de tres cuestiones antes de repatriar a los niños que cruzan la frontera ilegalmente sin que los acompañe un adulto. La primera es que no sean víctimas del tráfico ni de los cárteles locales. La segunda, que no tengan un miedo creíble a volver a casa. Por último, que sean capaces de volver voluntariamente a México.