Con una preselección de 30 trabajos llegaba este martes el prejurado del Premio ‘Jaime Gil de Biedma’ al Palacio Provincial de la Diputación, donde sus miembros eran recibidos por el presidente de la institución provincial, Miguel Ángel de Vicente, antes de proceder a la deliberación que, durante más de una hora, los llevó a escoger, como ya sucediera en la edición anterior, los 13 poemarios finalistas de la trigésima tercera edición del galardón. El Premio que otorga la Diputación cuenta con 10.000 euros para su poemario ganador y 3.000 euros para el merecedor del accésit.
Presidido por el vicepresidente de la Diputación y diputado de Cultura, José María Bravo, y coordinado por segundo año consecutivo por Juan Manuel de Prada y María Antonia de Isabel Estrada, el prejurado de esta nueva edición volvió a contar -por última vez debido a su próxima jubilación- con Emilio Lázaro como secretario y a completarse con Carlos Cantero Hernández, Demetrio Martín Sanz y Fermín Herrero Redondo, el único componente que no pudo asistir a la sesión.
Como apuntó Juan Manuel de Prada, cada uno de ellos ha leído alrededor de un centenar de poemarios de todos los tipos y géneros, entre los que el prejurado se decantó por los títulos ‘Muchacha con mirlo en las manos’, ‘¿Quién ama a Whitney Houston’?, ‘Un corazón reunido’, ‘La aguja incandescente’, ‘Tragar agua’, ‘Ojos de hervíboro’, ‘Caballos en la nieve’, ‘La última frontera’, ‘El secreto del mago’, ‘Una arena tan sensible’, ‘El punto de encaje (confesión general)’, ‘El cielo sin caminos’ y ‘La impostura’.
