Sánchez rebajó la pena por los delitos de malversación y derogó el delito de sedición, con el único propósito de cumplir con la exigencia de los separatistas que le dan apoyo en el Congreso (pactando con los delincuentes su propia condena, ¡manda huevos!) y garantizarse así, su continuidad en el Gobierno hasta finales de este año. Pero no era suficiente tan bastarda pretensión, sino que además trató de engañarnos una vez más a todos los españoles diciendo que así se adecuaba a los planteamientos de la UE. Y mira por dónde, que la propia UE dice ahora, que hay que endurecer las penas contra la corrupción con un mínimo de 5 años, cuando Sánchez las rebajó a tres años y aún sigue teniendo la desfachatez y miseria moral de decir “que pilla a España con los deberes hechos” a pesar de que la medida propuesta por Bruselas, obligará a España a dar marcha atrás a la reforma de este tipo penal para aumentar la pena a un mínimo de un lustro. El cambio pactado por el PSOE y sus socios castigaba a los cargos públicos que “destinen a usos privados el patrimonio público sin ánimo de apropiárselo” con una pena máxima de tres años de prisión y una inhabilitación de uno a cuatro, cuando las autoridades comunitarias, han dicho con total claridad que malversar fondos públicos también es una forma de corrupción, haya o no lucro. Sánchez primero obedece al chantaje de los separatistas, luego nos miente a los españoles tratando de justificarlo y ahora nuevamente lo hace contradiciendo lo que ha dicho la UE con rotundidad y además sacando pecho y tratando una vez más de engañar a todos.
Y mientras, el ministro Bolaños monta un número, ¡que vergüenza! , asistiendo a un acto al que no había sido invitado y al que le tratan con el decoro que no se merece y más aún, luego intentando colarse en la tribuna que por supuesto tampoco estaba invitado, y todo por ordenes expresas del Presidente que nos gobierna.
Cualquier voto pues que se dé al PSOE en las próximas elecciones es votar directamente a Sánchez. Aunque si sacan pocos, Sánchez dirá que es culpa de sus candidatos, pero si saca más de los que piensa, dirá que es porque los españoles creen en su magnífica gestión y le apoyan en todas las decisiones que ha tomado. Por tanto, estamos en la primera parte para decir que no al PSOE de Sánchez.
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(*) Diputado Nacional del PP por Segovia.
