Varios obreros limpiaban, a primera hora de la mañana del jueves, la preciosa fuente de Ayllón, construida con motivo del cuarto centenario del descubrimiento de América, en 1892, y ahora restaurada, tras la remodelación de la Plaza Mayor. “Con las obras, habían aparecido fisuras en la fuente, así que se está limpiando y, de paso, impermeabilizando”, explicaba la alcaldesa de Ayllón, Sonia Palomar (PP), “muy satisfecha” al ver el nuevo aspecto del ágora de la villa, casi libre de materiales de construcción, tras muchos meses de trabajo.
“La verdad es que la obra ha sido muy larga, mucho más de lo previsto, pero creo que al final ha merecido la pena”, agregaba la regidora, que espera que ahora, cuando llega la Semana Santa y, tras ella, se inicia la época del año en la que Ayllón acoge mayor número de eventos, la Plaza Mayor luzca su mejor aspecto.
Antes de la remodelación, ya prácticamente acabada, el pavimento de la Plaza Mayor resultaba “incómodo” para los vecinos, en especial para los de mayor edad, mayoría en Ayllón. Desgraciadamente, resultaba frecuente que alguno tropezara con los cantos rodados, dando con sus huesos en el suelo. Por ello, la intervención buscaba ofrecer mayor comodidad a los viandantes. Los adoquines ahora instalados, “tipo románico”, más liso que los cantos rodados, brindan más seguridad a quien sobre ellos pone el pie.
El segundo problema que pretendía resolver el proyecto era el de las aguas pluviales que, provenientes del Castillo, acababan en la Plaza Mayor. “Cada vez que llovía, acababa encharcada”, explica, gráficamente, Palomar. A ese respecto, las obras han permitido instalar un sistema de desagüe capaz de impedir que la Plaza Mayor se “inunde” de nuevo.
Por otra parte, la actuación ha incluido el montaje de cerca de 30 bolardos, semiautomáticos, que deben servir para regular el tráfico rodado. Palomar defiende que en una villa como Ayllón, en la que la Plaza Mayor es el centro neurálgico, cortar el tráfico de vehículos “supondría colapsar la circulación en toda la localidad”, por lo que posiciona a favor de otra alternativa, la de que los coches puedan circular por el ágora, pero sin aparcar.
Sobre la nueva apariencia de la Plaza Mayor, Palomar está “contenta”. “Se ha intentado que no cambiase su aspecto, porque a los aylloneses les gustaba como estaba; y una vez acabadas las obras, la mayoría de los comentarios son positivos”, declara la alcaldesa. Para decorar la “nueva” Plaza Mayor, el Ayuntamiento ha solicitado una subvención a Caja Segovia, para instalar mobiliario urbano acorde a las características del escenario.
En cualquier caso, desde el Ayuntamiento se insiste en que esta remodelación de la Plaza Mayor, cuyo presupuesto ronda los 300.000 euros [el 70% financiado por la Junta y el 30% por el municipio] no es sino la primera fase de un proyecto mucho más ambicioso, el de renovación del pavimento —y, al tiempo, de las redes de saneamiento y el soterramiento del cableado eléctrico—, en todo el casco histórico.
“La segunda fase, que guarda la misma estética de la primera, se centrará en la calle Pellejeros, la Plaza Obispo Vellosillo y la calle del Pozo”, avisa Palomar.
Arco de la Villa
En otro orden, una vez acabadas las obras en la Plaza Mayor, el Ayuntamiento espera iniciar, “a la mayor brevedad posible”, la restauración del Arco de la Villa, otro de los elementos emblemáticos de la localidad, actualmente apuntalado para evitar las vibraciones.
El Arco de la Villa, que forma parte de la muralla defensiva que bordea la localidad, tiene problemas estructurales, ya que no cuenta con cimentación. La intervención, financiada con fondos del llamado “1% Cultural” y de la Junta, servirá para el recalce de la cimentación, consolidación de la mampostería de sus muros, limpieza de la piedra y eliminación de humedades mediante drenaje, y reposición del firme y de elementos de coronación del muro.