El deseo de que el proceso de integraciones culmine y los órganos de gobierno regresen a la normalidad es la única característica común expresada por los diferentes agentes económicos y sociales segovianos.
Sin embargo, sobre la decisión de Caja Segovia apostando por el SIP de Caja Madrid, ha sido respaldada por el sindicado CCOO, mientras que la cautela ha sido más propia de la Federación Empresarial FES, y de la Cámara de Comercio.
El presidente de este último órgano, Carlos Tejedor resaltó que el interés del sector al que representa es que “a la mayor brevedad se restablezcan las condiciones normales del sistema financiero para que las empresas puedan disponer de crédito y financiación para las empresas y particulares, con el fin de que haya una recuperación económica”.
Sobre las diferentes valoraciones realizadas tras la decisión del consejo de administración de Caja Segovia no integrarse en Banca Cívica, Tejedor apuntó que “en algún momento no ha habido una visión compartida”. En este sentido recordó que la Junta propuso un diseño de agrupación de todas las cajas de Castilla y León en un plan respaldado por el PSOE. “Pero ese enfoque sólo a fructificado en un acuerdo entre Caja España y Caja Duero, pero ha habido unas fuerzas centrípetas que han dado lugar a que Caja Burgos se integre en Banca Cívica, y Avila y Segovia en otro SIP para conformar el segundo grupo financiero español”.
Así, con cautela, Tejedor aseguró que desde la Cámara “somos respetuosos y lamentamos que no haya habido esa visión primera, y que ha habido una situación de fuerzas centrípetas”.
Por último, dijo que la institución cameral se pone “a disposición de Caja Segovia para cualquier colaboración que podamos tener, y que haya una pronta solución de esta situación de impasse”, afirmó a la vez que resaltó que en todo este proceso “en ningún momento hemos sido consultados por ninguna de las partes, y por eso tampoco hemos sido conocedores de los intríngulis de lo ocurrido”.
El tamaño importa
Con más cautela aún se pronunció Pedro Palomo, presidente de la Federación Empresarial Segoviana, dado que además es miembro del consejo de administración de Caja Segovia, en representación de los impositores. Tras aclara que se debe al “secreto profesional” que establecen las normas de la entidad, el empresario apuntó que la decisión adoptada debe hacerse “por el bien de Segovia, en un contexto financiero global que hace necesarias las alianzas que permitan ganar tamaño”.
En esta línea expresó su confianza en que el nuevo rumbo tomado ahora “pueda salir bien” y lanzó un mensaje de tranquilidad, a la vez que deseó que se apacigüen los ánimos en el panorama político.
Condiciones inasumibles
Quien más incisivo se mostró fue el secretario general de CC.OO., Ignacio Velasco, quien además es miembro de la Comisión de Control de Caja Segovia. Según su opinión, las condiciones que imponía Banca Cívica “eran inasumibles”. “Se trataba de imposiciones que no se habían negociado”, añadió.
Velasco aseguró que el rechazo a Banca Cívica era lo más “lógico” porque en el contrato de adhesión presentado se “salieron del guión anterior que se habían marcado en principio, y el consejo de administración, “como el de Ávila, ha sido consecuente y la oposición era la única respuesta que se podía dar”.
Para el líder provincial de CCOO, las alianzas entre entidades son necesarias. “Caja Segovia y otras cajas no pueden seguir en solitario a pesar de que los datos de nuestra entidad son buenos; pero se quedaría en una caja pequeña, y en función de eso y como se tenía decidido se ha buscado otra opción, con Caja Madrid y las otras cuatro”. “Por tanto esperamos que en breves días, pues no queda mucho plazo, las negociaciones fructifiquen y que este proyecto, que es bonito y supone un gran reto, salga adelante y que se produzca la unión entre las cajas”, añadió.
Cuestión laboral
Aunque UGT no tiene representación directa en el consejo de administración de Caja Segovia, sí mantienen contactos con sus trabajadores, según explicó el secretario estatal de la sección de ahorros, Antonio Muñoz. “Como organización no estamos de acuerdo con los SIP, como ficha bancaria, pero sólo los respaldamos si se crea un protocolo que asegure la naturaleza jurídica de las cajas, y que garantice los puestos de trabajo.
Sobre el caso concreto de Segovia dijo alabar “que no se admitan presiones exteriores, pues los consejos de administración son órganos con soberanía propia”.
En la misma línea habló ayer Javier Sánchez, secretario de la sección sindical de UGT en Caja de Ávila, donde manifestó que la decisión de decir no a Banca Cívica «fue para salvaguardar el valor» de la entidad de ahorro abulense, ya que «la oferta de Banca Cívica no era razonable ni en la valoración de la empresa ni el reparto de las cuotas de poder», agregó.
