La Policía federal belga archivó en abril de 2015 el expediente de radicalización de los hermanos Ibrahim y Salah Abdeslam —el primero se inmoló el 13 de noviembre en París y el segundo huyó sin detonar su cinturón explosivo—, pese a considerarlo “urgente”, porque no disponía de medios suficientes para llevar a cabo una vigilancia de los sospechosos.
A principios de 2015 los hermanos fueron interrogados ante las sospechas de que ambos pretendían viajar a Siria para unirse a grupos yihadistas, según revela un informe de las comisiones que supervisan el trabajo de la Policía y la Inteligencia filtrado a varios medios locales.
Días después de los atentados del 13 de noviembre en París, la Fiscalía federal confirmó que en el pasado había iniciado expedientes por “radicalización” para los dos hermanos, pero aseguró entonces que se cerraron porque no había indicios de riesgo terrorista.
Sin embargo, el informe que recoge la prensa belga y que será debatido en la comisión parlamentaria sobre los atentados del pasado 22 de marzo en Bruselas apunta que la razón de archivar el caso se debió a la falta de recursos.
El dossier fue considerado “urgente” por las autoridades policiales, pese a que no se les imputó ningún delito tras ser interrogados por la célula antiterrorista en los primeros meses de 2015.
Según detalla el diario ‘Le Soir’, la Fiscalía federal solicitó que se investigaran las llamadas telefónicas y los correos electrónicos de Ibrahim y Salah. El caso se consideró entonces “urgente”, pero sin posibilidad de mantenerlo abierto porque la sección antiterrorista no contaba con medios suficientes para dar el seguimiento adecuado.
Los responsables contactaron con otros departamentos de la Policía para intentar que se ocuparan de la investigación, pero también tenían el problema de la escasez de recursos, según relata ‘Le Soir’, lo que obligó a archivar el expediente en abril de 2015.
Por otra parte, el abogado de Salah Abdeslam, detenido el pasado 18 de marzo en Bruselas por su implicación en los atentados de París, indicó ayer que su cliente será extraditado a Francia “en dos o tres semanas”. Para ello, según explicó Sven Mary a la cadena RTL, primero las autoridades belgas deben retirar la orden de arresto que pesa en su contra. “Una vez que esa orden de arresto sea levantada nada impedirá su traslado y entrega a Francia”, señaló el letrado.
