Ecologistas en Acción de Segovia alerta de la distancia existente entre las promesas de sostenibilidad de ERIMSA y su práctica real, con el proyecto de mina a cielo abierto que aspira a imponer en las localidades de Barbolla, Sotillo, Castillejo de Mesleón, Cerezo de Arriba, Cerezo de Abajo y Duruelo, en la comarca Nordeste de Segovia .
A raíz de las críticas al proyecto de abrir una gran mina a cielo abierto en el Nordeste segoviano, la empresa promotora, ERIMSA, se dirigió hace escasos días a los medios de comunicación segovianos para garantizar que “su modelo de minería moderna y sostenible preserva el medioambiente y no afecta a la productividad de terrenos”.
La compañía aclaraba que su proyecto minero “es compatible con actividades económicas propias de entornos rurales, como la agricultura, la ganadería, el turismo y el aprovechamiento forestal”.
Sin embargo, la comparación de estas promesas de sostenibilidad con la práctica real de ERIMSA en sus explotaciones mineras revela la enorme diferencia existente entre las descripciones realizadas en los proyectos y los efectos reales en el territorio.
La noche del pasado lunes 3 de abril surge la rotura de una balsa minera de la empresa ERIMSA en el municipio de Frades (A Coruña), que, produjo el vertido en la red fluvial local de una gran cantidad de agua cargada con sedimentos.
De acuerdo con las informaciones periodísticas, la balsa de áridos afectada almacenaba agua de lluvia para la limpieza de la piedra extraída.
Las imágenes difundidas por el Sindicato Labrego de Galicia atestiguan la fuerte turbidez de los cursos fluviales afectados por el vertido de la balsa minera operada por la empresa en el municipio de Frades.
Ecologistas en Acción de Segovia considera que el trágico suceso ocurrido en Frades confirma la amenaza que supondría para el Nordeste segoviano la apertura de la mina a cielo abierto.
