Mi querido y admirado amigo Antonio Horcajo, una de las figuras verdaderamente imprescindibles de la reciente historia de nuestra tierra, deja la Presidencia del Centro Segoviano de Madrid. Y creo que este es un buen momento para expresarle públicamente mi gratitud, compartida por muchos, por su incansable trabajo dedicado, durante más de un cuarto de siglo, a Segovia, a los segovianos, a nuestras raíces y a nuestro futuro.
Pocos intelectuales como Antonio Horcajo, Hijo Predilecto de Segovia, han sido tan generosos en esta causa. Pocos con su talla internacional, con su proyección y con su sabiduría, han glorificado tanto el nombre de nuestra tierra y el de muchos de sus hijos ilustres, algunos de los cuales hoy serían menos celebrados y valorados sin su ingente tarea divulgadora.
Y de casta le viene el galgo. No en vano, Antonio proviene de una saga familiar emprendedora y luchadora, los Horcajo, que tanto han contribuido, y contribuyen, a generar riqueza en nuestra provincia.
Él mismo, aunque le provoque cierto sonrojo, es uno de esos hombres ilustres, un segoviano imprescindible, cuya figura habrán de glosar otros. Y esperemos que lo hagan con ese mismo ímpetu, con esa solidez intelectual, que ha demostrado Antonio Horcajo a lo largo de las últimas décadas.
Quiero a través de este artículo, dejar constancia de mi admiración, que es casi devoción, por Antonio Horcajo. Desde las distintas responsabilidades de representación empresarial que he tenido la oportunidad de desempeñar, siempre he encontrado una referencia, un faro, en las reflexiones y el análisis de la realidad económica, política y empresarial que compartía con el maestro. Él mismo, es uno de los fundadores de CEOE, en los inicios de la transición, cuando el asociacionismo empresarial era un movimiento apenas incipiente.
Antonio Horcajo está en el origen de nuestros polígonos industriales, en el desarrollo de infraestructuras de comunicación hoy indispensables, en el florecimiento de muchas empresas creadas por esos ‘segovianos de la diáspora’ a quienes ha brindado todo su apoyo y todo su talento, que es inmenso.
Y lo ha hecho, y esta es su verdadera grandeza, con una calidez, con una cercanía, con una bondad en el sentido machadiano del término, que resultan verdaderamente admirables.
Por eso somos legión quienes le rendimos gratitud, y como dije antes, sé que estas palabras serán suscritas por cientos de personas, segovianos y no segovianos, que conocen y sopesan el inmenso calado de Antonio Horcajo.
El Centro Segoviano de Madrid, al que ha dedicado todo el tiempo, todo el cariño y toda la pasión, debe afrontar ahora una nueva andadura, aunque el sello de Antonio Horcajo es algo más que eso: es un cimiento, una bóveda, la estructura misma del proyecto. También esto, el carácter del Centro como lugar de reunión, de creatividad y del mejor segovianismo, tendrá que quedar reflejado para las siguientes generaciones. Mis mejores deseos de éxito a la granjeña Sonia Juárez, la nueva presidenta del Centro, que se ha comprometido, con generosidad, a liderar esta nueva etapa.
Con el cariño, el respeto y, de nuevo, con la admiración que te tengo, Antonio, reitero mi agradecimiento por todo lo que me has dado y por todo los que ha aportado a Segovia, a los segovianos y a todos quienes hemos tenido la suerte de compartir reflexiones contigo. Cada conversación es una lección magistral. Cada mensaje de whatsup, cada libro, un legado imprescindible. Gracias, querido Antonio. Un millón de gracias.
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(*) Presidente de Empresa Familiar Castilla y León.
