La casa ya está totalmente terminada. Con la constitución, en la tarde de ayer, del Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, el espacio protegido que comparten Madrid y Castilla y León cuenta ya con todos sus órganos creados. “Es culminar un proceso, terminarlo para que el parque nacional empiece a funcionar en plenitud”, explicaba, feliz, el geógrafo Eduardo Martínez de Pisón, uno de los hombres que en mayor medida ha impulsado la declaración de las cumbres de la Sierra de Guadarrama como parque nacional. “Es una alegría asistir a la constitución el Patronato —añadía—, la tramitación se ha ido haciendo poco a poco, a veces parecía difusa, pero al final ha cristalizado”.
Desde que hace un año la Ley 7/2013, de 25 de junio, declaró el parque nacional de la Sierra de Guadarrama, el espacio protegido se ha ido dotando de todos sus elementos.
Una vez creada en mayo la “Comisión de Gestión” para coordinar a las dos comunidades autónomas encargadas de la gestión ordinaria del parque nacional —el penúltimo eslabón de todo el proceso—, ya solamente quedaba que echara a rodar el Patronato, considerado como “el órgano de participación de la sociedad en el parque nacional”, con representantes —además de la Administración del Estado y de las comunidades autónomas—, de los ayuntamientos, los agentes sociales, los propietarios públicos, las asociaciones de propietarios de terrenos privados, así como otras instituciones relacionadas con el parque nacional.
Ayer, al protocolario acto de constitución del Patronato acudió Federico Ramos, secretario de Estado de Medio Ambiente, quien mostró su deseo de que este parque nacional se convierta en “un ejemplo de coordinación entre dos comunidades autónomas”, agregando que el principal reto es conciliar la actividad del hombre con la conservación del medio ambiente. Ramos aseguró que “toda la gente que ha vivido alrededor (del parque nacional) merece nuestro homenaje, pues ha sido su forma de vida la que nos ha permitido tener la Sierra de Guadarrama en este estado de conservación, que la hace merecedora de este estatus”.
El nuevo parque nacional recibirá, hasta finales de 2015, inversiones estatales por importe de 5,2 millones de euros, en lo que a su juicio del secretario de Estado de Medio Ambiente demuestra que, a pesar de la crisis, “no nos hemos olvidado de la protección del medio ambiente”. Preguntado por la polémica suscitada en el Real Sitio de San Ildefonso por la prohibición de cazar en el parque nacional, Ramos se limitó a decir que, “la mayoría de las veces, los problemas son inferiores a las ventajas de la declaración [de un parque nacional]”, insistiendo en que en la Sierra de Guadarrama “hemos sido especialmente cuidadosos con las actividades tradicionales”, poniendo como ejemplo los montes de Valsaín, a los que se ha dotado de un estatus especial. Dicho esto, Ramos reiteró que “la mayoría ha apoyado la declaración del parque nacional”, añadiendo que este tipo de espacios “son lugares de convivencia”, en referencia a los lugareños y a otros colectivos que utilizan ese espacio. “Quizás este parque nacional es el mejor ejemplo de esa convivencia —prosiguió—, pues su uso es muy alto”. Para acabar, el secretario de Estado se comprometió a apoyar al parque nacional en aspectos tan diferentes como su señalización o la promoción fuera de España, a través del Organismo Autónomo Parques Nacionales.