La Consejería de Educación asegura que la evaluación individualizada de tercer curso de Educación Primaria, que recoge la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) se celebró ayer “con normalidad” en 815 centros que imparten este nivel educativo, en Castilla y León, y concretamente en 53 en la provincia de Segovia.
Un total de 20.916 escolares de Castilla y León, de los cuales 1.430 estudian en Segovia, estaban convocados a realizar la polémica reválida que según remarca de forma insistente la Administración educativa “no tendrá efectos académicos”. Si bien, según indican fuentes de la Dirección Provincial de Educación de Segovia, los alumnos del Centro de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Nueva Segovia’, de Segovia, y el Centro Rural Agrupado (CRA) ‘El Pizarral’ de Santa María la Real de Nieva realizarán hoy las pruebas de diagnóstico, ya que los dos colegios solicitaron el cambio de fecha.
Los informes de la Consejería de Castilla y León no reflejan ninguna ausencia registrada ayer en la provincia de Segovia de niños cuyos padres hayan decidido objetar. Según la Junta de Castilla y León tan solo 35 alumnos en toda la región no han realizado la prueba de la Lomce, de los cuales en 27 casos sus familias han manifestado su negativa y en los 8 restantes se ha producido la ausencia del alumnado sin que se haya recibido justificación. La distribución por provincias es la siguiente: en Burgos, nueve alumnos; en Palencia, uno; en Soria, 24 y, en Valladolid, un escolar.
La Administración recuerda en una nota informativa que los alumnos que no hayan podido realizar las pruebas ayer con carácter general deberán efectuarlas el primer día lectivo de su reincorporación al centro, con el plazo límite del 7 de junio.
La Consejería de Educación defiende que las evaluaciones individualizadas de tercer curso de Educación Primaria, de carácter informativo y orientador para las familias, los escolares y los centros docentes, “son una herramienta al servicio de la práctica educativa para mejorarla, es decir, para facilitar a los profesores la toma de decisiones en relación con las programaciones didácticas, con los procesos de enseñanza-aprendizaje y, en su caso, con otras actuaciones para la optimización del aprendizaje del alumnado”.
La evaluación ha consistido en la realización de diferentes pruebas. Por un lado, la evaluación de la competencia en comunicación lingüística, en castellano, consta de una prueba escrita con dos partes diferenciadas: comprensión oral y escrita (escucha de un audio-texto y lectura comprensiva de un texto, con sus correspondientes ítems asociados) y expresión escrita (realización de un dictado, varios ítems sobre el conocimiento de la lengua y composición de un texto escrito). Y, por otro, la evaluación de la competencia matemática consta de una prueba escrita, con dos partes diferenciadas: cálculo -números y operaciones- y resolución de problemas.
El resultado global de la evaluación final se expresará en insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. Los tutores entregarán un informe individualizado a las familias antes del 9 de junio, con el resultado global y por competencias evaluadas. El informe tendrá carácter informativo y orientador.
