El tiempo pasa volando. El RAC Lobos cumple veinte años y parece que no ha sido más que un parpadeo. Eneko y Jolo, entre otros, contagiaron entonces a todo aquel que quiso escucharles su entusiasmo por el rugby, inédito en Segovia. Con lo difícil que es empezar cualquier cosa en nuestra ciudad. Conociendo poco más que las reglas básicas y sin muchos medios, pusieron en marcha un club desde la nada y poco a poco, con mucho esfuerzo y buenas dosis de satisfacciones y sinsabores han sido capaces de llegar a su punto culminante con un ascenso a la Primera Regional Madrileña. Y en este tiempo han sabido además contagiar a las nuevas generaciones el interés por un deporte duro, pero noble. Son cada vez más los interesados – e interesadas – en practicarlo. Eso vale más que cualquier ascenso.
Entre medias, avatares de toda índole como la organización de la final de la Copa del Rey en 2010 que enfrentó en La Albuera al VRAC Quesos Entrepinares y al CR La Vila y que supuso un hito histórico para la ciudad o, por contra, su lucha por conseguir mejoras en las instalaciones municipales para practicar de la mejor manera su especialidad.
Decisiones como el abandono de la competición autonómica para jugar en Madrid, aun a riesgo de jugar más partidos como visitante que como local, han generado controversia y polémica, pero la sostenibilidad siempre ha primado por encima de cualquier otra circunstancia en el RAC Lobos. Y ahí la fidelidad de su patrocinador BigMat Tabanera ha sido capital.
Los Lobos pueden estar más que contentos de su ciclo vital hasta la fecha. A por otros veinte años.
