Un bombardeo ocurrido durante la madrugada del pasado sábado en una residencia en el sur de Trípoli causó al menos nueve muertos y 20 heridos, según pudieron comprobar los corresponsales extranjeros que fueron trasladados al lugar de los hechos por las autoridades, que atribuyeron los fallecimientos a los ataques de la OTAN. A última hora de ayer, el organismo admitió su culpa, al reconocer que el mal funcionamiento de un proyectil fue el causante de la tragedia.
Según fuentes oficiales, los ataques tuvieron como objetivo uno de los barrios más populares, el de El Arada, que, lejos de crear cualquier tipo de confusión, no cuenta con ninguna presencia militar y está situado en la zona de Zuk al Yuma, conocida porque allí residen numerosos opositores al régimen.
El portavoz gubernamental Musa Ibrahim calificó la operación extranjera de «bárbara» y acusó a la Alianza internacional de «atacar deliberadamente a los civiles».
Musa desmintió que hubiese instalaciones militares en sus inmediaciones y explicó que en el edificio habitaban cinco familias.
De hecho, desde el régimen de Muamar el Gadafi pretenden sacar provecho de estas muertes. Así, en un intento de desprestigiar la misión de la OTAN en Libia, utilizaron a la prensa internacional para mostrar los resultados de los ataques de la Alianza.
Se trata de la primera vez en varios meses que los funcionarios conducen a los periodistas a los lugares elegidos por el Ejecutivo para mostrar los resultados de las ofensivas, llegando, incluso, a exhibir cadáveres para avalar sus acusaciones.
Por su parte, la OTAN, que reconoció haber bombardeado el pasado jueves por error a una columna de rebeldes libios en las inmediaciones de Brega, lamentó «la pérdida de vidas civiles inocentes y tiene mucho cuidado al realizar ataques», señaló el general Charles Bouchard, responsable de las operaciones sobre Libia.
Por otra parte, los conflictos se suceden el país africano ya que cinco rebeldes resultaron muertos en la jornada de ayer en las proximidades de Misrata, al este de la capital, durante los combates con las fuerzas leales a Muamar el Gadafi, según informó la cadena Al Yazira.
Los choques durante toda la mañana se concentraron en torno la localidad de Naima, según señalaron desde el canal de televisión, que precisó que otros 11 milicianos de las tropas insurgentes resultaron heridos.
Tras varias semanas de cerco por las fuerzas gubernamentales, los revolucionarios libios en la tercera ciudad del país, lanzaron ofensivas y repliegues en los últimos 10 días en los que han muerto más de 80 combatientes y cerca de 300 han resultado heridos, según las cifras ofrecidas por la televisión por satélite árabe.
Tal y como apuntan desde esa cadena, las tropas leales al líder libio prosiguieron el bombardeo sobre Adjabiya, al oeste de la capital rebelde en Bengasi, y castigaron especialmente la zona portuaria. Los ataques causaron allí la muerte de una mujer y provocaron heridas a su marido.
A todo esto hay que sumar la caída de tres cohetes en el barrio de Habara, cerca del puerto de Misrata, cuyas explosiones provocaron un intensa humareda, sin ocasionar daños personales.
