Las puertas de los pabellones segovianos se abren a las 9 de la mañana para el basket, lo que implica que muchos niños y niñas están listos a las 8.30 horas, y a las 10 ya tenemos los campos y pistas a rebosar de jugadores de vóley, fútbol, balonmano, atletismo, etc… sin contar con todos los que cogen la bicicleta, escalan montañas o salen campo a través.
Muchos somos conscientes de que la práctica deportiva es esencial para el desarrollo físico y mental de niños y jóvenes, y aunque puede requerir madrugones en fin de semana, es importante que las familias valoren y fomenten este compromiso.
Los beneficios son numerosos. El deporte mejora la salud, aumenta la autoestima y la confianza, reduce el estrés y la ansiedad, enseña habilidades sociales y de liderazgo, además de ayudar a los niños a establecer hábitos saludables que pueden durar toda la vida. Sin duda, ofrece una oportunidad para que los niños se diviertan y hagan amigos, lo cual puede ser especialmente importante ahora que muchos están cada vez más conectados a la tecnología.
Pero el compromiso con el deporte no solo beneficia a los niños, es una gran oportunidad para que los padres pasen tiempo de calidad con ellos, apoyándolos y compartiendo sus logros y fracasos. Además, las familias pueden sentirse parte de una comunidad más amplia, conociendo a otros padres y creando una red de apoyo para sus hijos.
Comprometerse juntos con un deporte, un club o un equipo proporciona a los niños recuerdos valiosos y duraderos y una lección muy valiosa sobre compromiso y responsabilidad.
Gracias familias. Sin duda, merece la pena el madrugón.
