Las salas del Torreón de Lozoya acogen desde ayer y hasta el próximo 30 de agosto la primera exposición en España sobre la porcelana de Meissen. Se trata de más de 250 piezas procedentes de la colección alemana de Brigitte Britzke, pertenecientes al siglo XVIII.
El director de la Obra Social y Cultural de Caja Segovia, Malaquías del Pozo, organizadora de la muestra; la comisaria de la exposición, Carmen de Arechaga; y la propietaria de la colección, Brigitte Britzke, presentaron ayer la exposición, que también es conocida como “La reina de las porcelanas”. Malaquías del Pozo calificó la muestra de “singular y única”, destacando su presencia en Segovia en el tercer centenario del descubrimiento de la porcelana en Europa. Así, Caja Segovia quiere recordar el descubrimiento de la pasta que hizo posible la fabricacación de la verdadera porcelana, un acontecimiento que tuvo lugar en Meissen, Sajonia, en 1709, de la mano del químico y alquimista alemán Johann Friedrich Böttger.
Tras su fundación, la manufactura de porcelana de Meissen alcanzó una fama inmensa y la fórmula, pese a haber sido celosamente guardada, fue imitada, de modo que en su pasta y en su decoración se basaron las numerosísimas fábricas de porcelana que se fueron creando en Europa, como la del Buen Retiro en Madrid en 1760.
Esta es la primera vez que se muestra en España una colección de porcelana de Meissen de esta importancia, con el valor añadido de que abarca los primeros 50 años de la producción de tan famosa manufactura, el período más brillante de la misma. Ello se ha debido a la especial complicidad de Brigitte Britzke, que ha dedicado toda su vida a reunir una interesante colección de piezas específicamente dieciochescas, las más difíciles de encontrar en el mercado y de ver en exposiciones monográficas.
La porcelana es un invento medieval chino muy apreciado que comenzó a llegar a Europa a través de las caravanas que cruzaban Asia. Eran consideradas piezas de altísimo valor debido a su exquisitez. En los albores del Renacimiento, Portugal hizo importantes importaciones de porcelana a través de su ruta marítima por el Cabo de Buena Esperanza y sus factorías de Macao; posteriormente se le unirían en este comercio España, Holanda, Inglaterra, Dinamarca, Francia, etc. No fue hasta el año 1709 cuando se descubrió en Europa el componente secreto, el caolín.
